Las modificaciones en el etiquetado de alimentos considerados de alto contenido en azúcares o en grasas es simplista y no llega al fondo del problema de la obesidad en México, tampoco inhibe su compra y consumo, advirtió el coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco y empresario del sector alimenticio, Rubén Masayi González Uyeda.

“Y esto de poner advertencia, exceso de azúcar, exceso de azúcar es que a la gente le dé un dulzor agradable, y eso ya lo tomamos ahora como exceso, ¿cómo vamos a medir?, si me dicen, eso es un exceso, medir qué es un exceso de azúcar, lo voy a probar y voy a decir, ah!, está muy dulce, sí es un exceso, no hay números aparte, no hay datos, pues es un camino de muchísimos que se tienen que tomar, insisto, educación, insisto, temas físicos, área de recreación física.”

Dijo que en otras partes del mundo, como Francia, comen mucho pan, o en Japón, toman mucho refresco también, pero no son poblaciones gordas porque a diferencia de los mexicanos ellos sí tienen muchas áreas libres dónde caminar, correr, andar en bicicleta y ejercitarse.

González Uyeda consideró que esta disposición oficial no hace más que satanizar a este tipo de productos con una leyenda parecida a la del veneno en otro tipo de productos, sin que incluya más información nutrimental de mayor utilidad al consumidor.

El productor lechero afirmó que esta política tampoco funciona para inhibir esos consumos, porque no va de la mano con educación sobre nutrición saludable, de modo que las personas seguirán comprando pese al etiquetado.

PAL