Foto: Reuters/archivo Mientras los candidatos daban sus discursos en sendos eventos de campaña, en las calles de Salem, Oregon, activistas contra el racismo eran agredidos por seguidores de Trump. En Portland, sus simpatizantes se congregaban por cientos.  

En el marco del Día del Trabajo en Estados Unidos, y de las campañas electorales rumbo a la presidencia del republicano Donald Trump (para su reelección) y del demócrata Joe Biden, la creación de empleo se convirtió en materia de discusión entre estadounidenses la víspera.

Trump aseguró que su país vive la recuperación más rápida del mercado laboral, y prometió crear 10 millones de empleos en 2021.

Mientras tanto, Biden se apoyó en los sindicatos durante su correspondiente acto de campaña.

Biden y su compañera de fórmula, Kamala Harris, así como el actual vicepresidente, Mike Pence, se dirigieron a dos estados llamados a ser de gran importancia el 3 de noviembre: Pensilvania y Wisconsin.

Sin querer quedarse por fuera, Trump, que marcha detrás de Biden en los sondeos, convocó a una inesperada conferencia de prensa en la Casa Blanca.

El mandatario destacó que el mes pasado la economía estadounidense añadió 1.4 millones de empleos, lo que representa 10.6 millones de puestos de trabajo nuevos desde mayo pasado.

“En cambio, la tasa de desempleo se desplomó, realmente para sorpresa de muchos, hasta el 8.4 % en agosto”, agregó el actual gobernante.

El índice de desempleo, que estaba en 3.5 % en febrero, el nivel más bajo en medio siglo, saltó a 14.4 % en abril, cuando la pandemia impactó con más fuerza a la economía, y desde entonces ha descendido gradualmente.

Solo alrededor de la mitad de los 22 millones de empleos que se perdieron durante la pandemia se han recuperado, pero a pesar de ello amedrenta a su oponente con los datos: “Joe Biden y los socialistas demócratas radicales colapsarían inmediatamente la economía”.

Biden apostó por resaltar los derechos de los trabajadores, al acusar a su contrincante de haber “librado una guerra contra los sindicatos”.

“Firmaré una ley que hará más fácil que los trabajadores se organicen y negocien colectivamente, y seré el presidente más fuerte en cuanto a los derechos de los trabajadores que jamás haya habido”, escribió Biden en su cuenta de Twitter.

Promueven el voto grandes empresas

Grandes empresas estadounidenses buscan facilitar lo que se espera sean unas caóticas elecciones presidenciales el 3 de noviembre. Twitter y Apple darán a sus empleados tiempo libre pagado para que lleguen a las urnas, por ejemplo. Starbucks y Old Navy de The Gap instan a sus personales a ser voluntarios en los colegios electorales locales.

Cerca de 800 empresas, incluidas Nike, Abbot Laboratories y la empresa de tecnología Qualcomm participan en el grupo bipartidista Time to Vote, que anima a las empresas a dar a los empleados unas horas libres para votar.

El presidente ejecutivo de Starbucks, Kevin Johnson, ha dicho que la gente podría ponerse de acuerdo con los gerentes para ir a las urnas, y agregó que la medida está motivada por las preocupaciones sobre la supresión de los votantes negros. También instó a sus más de 200 mil empleados en EU a registrarse para votar a distancia, desde su celular.

“Sabemos que existen barreras, sobre todo en las comunidades negras y de piel morena de todo el país, que favorecen el racismo sistémico y requieren protección”, advirtió Johnson.

LEG