Foto: Reuters Netanyahu está sentado solo en una gran mesa de 10 metros de largo, con dos candelabros, tomando un enorme pastel que se asemeja a una bandera israelí  

Una estatua en una plaza de Tel Aviv del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, disfrutando de un banquete como en la “La Última Cena” se sumó este miércoles a las crecientes protestas contra su manejo de la crisis del coronavirus.

Netanyahu, suya popularidad cayó en los sondeos de opinión en medio de una tasa de desempleo de 21.5%, dijo que su representación como un cuadro que simula la última comida de Jesús antes de ser crucificado equivalía a una amenaza de muerte.

En la instalación, Netanyahu está sentado solo en una gran mesa de 10 metros de largo, con dos candelabros, tomando un enorme pastel que se asemeja a una bandera israelí.

Champaña Moet & Chandon, whisky Chivas Regal y coñac Courvoisier están servidos en la mesa junto con una variedad de frutas y carnes, acompañados por un solo cigarro, para aludir a las acusaciones de corrupción contra el primer ministro israelí con más años en el cargo.

Netanyahu niega haber actuado de manera incorrecta en tres casos de corrupción en su contra, que incluyen acusaciones de haber recibido ilegalmente regalos de champaña y cigarros de prósperos empresarios.

Su juicio, el primero para un primer ministro israelí en funciones, comenzó en mayo y los testigos comenzarán a prestar declaración en enero.

Los transeúntes, muchos de ellos con mascarillas, se detenían para sacar fotos de la escultura del artista Itay Zalait, de Tel Aviv, quien dijo que su trabajo buscaba simbolizar “La Última Cena de la democracia israelí”.

“Muchas personas se refieren (a Netanyahu) como un genio -Sr. Economía, Sr. Seguridad-, es más que nadie, es como el hijo de Dios”, dijo Zalait, parado junto a la escultura.

“Sr. Economía (…) la gente no tiene comida para sus hijos”, agregó.

Netanyahu, quien tiene acusaciones de ser un gobierno autocrático por usar regulaciones de emergencia para acelerar edictos de distanciamiento social, acudió a Twitter para calificar la obra como “una amenaza vergonzosa de crucifixión”.

La escultura de Zalait se exhibe en la Plaza Rabin de Tel Aviv, donde se realizaron varias manifestaciones contra Netanyahu durante el verano boreal.

 

CS