Foto: Reuters Varios países del mundo se unieron a las expresiones de apoyo en las calles, Francia (foto) fue uno de ellos. En Houston, donde creció George Floyd, sus restos fueron trasladados a un cementerio en el sur, donde sería enterrado junto a su madre. El aforo a la ceremonia fue limitado a 500 personas por la pandemia.  

Su muerte fue el comienzo de un nuevo movimiento en defensa de los derechos de las personas de origen afroamericano que sufren racismo, discriminación y abusos policiales en Estados Unidos y en el mundo.

George Floyd fue elogiado ayer por líderes religiosos y políticos, familiares y amigos, en el funeral celebrado en su natal Houston.

Uno a uno, sus seres queridos vestidos de blanco se acercaron al micrófono para hablar de Floyd como una persona amorosa y encantadora, que merece justicia tras su muerte a manos de un policía de Minneapolis, el 25 de mayo.

La sobrina de Floyd, Brooke Williams, dijo en una elegía que provocó aplausos en la iglesia: “puedo respirar, y mientras respire se hará justicia”.

También activistas por los derechos civiles, deportistas y actores acudieron a la iglesia de Fountain Praise para la última ceremonia pública de despedida de Floyd, cuya muerte a los 46 años desató las movilizaciones más importantes en Estados Unidos desde el asesinato de Martin Luther King Jr., en 1968.

El reverendo Al Sharpton pronunció el discurso principal de la ceremonia, en el que acusó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de indiferencia frente a la muerte de Floyd, que calificó como “la piedra angular de un movimiento que va a cambiar el mundo”.

Sharpton invitó a ponerse de pie a las familias de otros estadounidenses negros muertos en casos de brutalidad policial presentes en el templo y recitó los nombres de Eric Garner, Botham Jean y Michael Brown, entre otros, como ejemplos de un problema institucional en el país.

El candidato presidencial demócrata, Joe Biden, participó con un mensaje grabado: “Ningún niño debería plantear las preguntas que tantos niños negros han tenido que preguntarse por generaciones, ¿Por qué se fue papá?”, expresó el exvicepresidente de Barack Obama.

A cinco meses de las elecciones presidenciales, el pastor William Lawson remató: “Lo primero que tenemos que hacer es limpiar la Casa Blanca, tenemos que ir a votar”.

 

La mala nota

El presidente Donald Trump, sugirió que el manifestante de 75 años herido por policías en el estado de Nueva York durante una protesta la semana pasada podría ser parte de “un montaje”, comentario que el gobernador de neoyorquino consideró “inaceptable”. En el video se ve cómo dos policías empujan al manifestante, cuya cabeza golpea fuertemente contra el suelo. Las imágenes suscitaron una ola de indignación.

Bajan a esclavistas de sus pedestales

Los manifestantes contra el racismo en el Reino Unido, indignados por la muerte de George Floyd en Estados Unidos, están decididos a eliminar los símbolos del pasado colonial británico tras el espectacular derribo de la estatua de un traficante de esclavos en Bristol.

La víspera, en coincidencia con el entierro de Floyd al otro lado del Atlántico, miles de activistas británicos protestaron en Oxford ante la estatua de Cecil Rhodes, magnate minero y político colonial, activo en Sudáfrica durante el siglo XIX.

Los manifestantes gritaron “¡Abajo con él!” y “¡Descolonización!” y colgaron pancartas del movimiento Black Lives Matter ante la estatua.

Los activistas no lograron su propósito, pero ahora se ven alentados, después de que el domingo un grupo de manifestantes derrumbara la estatua de Edward Colston, un comerciante de esclavos de finales del siglo XVII, en Bristol.

El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo entender a los manifestantes, pero condenó a quienes “violan la ley, atacan a la Policía y vandalizan los monumentos públicos”. /AFP
 

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