Foto: Cuartoscuro / archivo El doctor Espinosa sugiere que el retorno a las actividades se lleven a cabo de manera paulatina, para que de esa manera, las personas puedan asimilar el regreso a las calles  

El regreso a la denominada nueva normalidad no será fácil. Especialmente para quienes forman parte de alguno de los grupos vulnerables: adultos mayores, embarazadas o personas con enfermedades crónicas, así como para quienes cumplieron al pie de la letra las medidas que se establecieron durante la Jornada de Sana Distancia y permanecieron en sus sus hogares confinados por más de 60 días.

Aunque para algunos será más sencillo retomar sus actividades poco a poco, como se prevé, para otros, representará un desafío emocional.

“Nos dará miedo contactar con otras personas fuera de las paredes a las que hemos estado confinados, habrá temor a realizar actividades que antes eran cotidianas, como trabajar fuera de casa, tomar medios de transporte público o relacionarnos con otras personas incluso conocidas”, dice el doctor Josman Espinosa Gómez, docente Investigador de la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali

El especialista de la salud, advierte que existe la posibilidad de que las personas sufran trastornos mentales después de vivir cambios muy bruscos. Por otra parte, comentó que el llamado síndrome de la cabaña no está catalogado como un trastorno psicológico, sino que se trata de una consecuencia normal del encierro que consiste en el miedo a salir a la calle.

Ansiedad y pánico

De manera acelerada e irreversible, el mundo tal cual lo conocíamos cambió, haciendo que lo que considerábamos como cotidiano no pueda volver a serlo y una de las posibles consecuencias de este nuevo escenario son las afectaciones a la salud mental de las personas, explica.

“Sentimientos de ansiedad, estrés, aprehensión, miedo y pánico pueden aparecer, siendo relativamente normales frente al abandono del resguardo domiciliario que permitía a las personas garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias adecuadas para evitar contagiarse del nuevo virus”.

Por este motivo, el doctor Espinosa sugiere que el retorno a las actividades se lleven a cabo de manera paulatina, para que de esa manera, las personas puedan asimilar el regreso a las calles. También comentó que el síndrome de la cabaña no está catalogado como un trastorno psicológico

“Para evitar el exceso de estrés, autoexigencia, saturación de actividades y desorganización que podrían presentarse durante el ingreso a la nueva normalidad, lo mejor es, en primer término, conservar la calma y pensar en el regreso a las actividades habituales como una continuidad de los proyectos y ocupaciones, y no como una recuperación del tiempo perdido, ya que el lapso en casa consistió en un acto de autocuidado, y no en un descanso o en un castigo”, recomienda.

Riesgo de un nuevo brote

Durante el Gran Confinamiento, el cual comenzó el lunes 23 de marzo y concluyó el sábado 30 de mayo, por orden del Gobierno federal suspendió las actividades no esenciales y los mexicanos debieron permanecer en sus casas, o por lo menos, tratar de salir lo menos posible.

Sin embargo, a pesar de que esta etapa ya concluyó, los semáforos estatales en su mayoría continúan en color rojo, por lo que las personas deberán tener ahora más cuidado que nunca, de lo contrario, si las medidas de seguridad como la sana distancia se abandonan por completo, el riesgo de que la pandemia se agrave y las personas deban regresar al encierro, se encuentra latente. /redacción

Acciones para enfrentar el regreso a la nueva normalidad

1 Empezar a salir de manera gradual
2 Respetar los protocolos sanitarios (como el lavado de manos y el uso de cubrebocas)
para sentir menos vulnerabilidad y mayor seguridad
3 Practicar técnicas de relajación y respiración
4 Establecer metas reales y objetivos que no sobrepasen nuestras capacidades una vez
que se esté dentro de la nueva normalidad

LEG