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Foto: Universidad de Arizona Los desinfectantes de acción continua no son nuevos, y ya se evalúa su potencial ante el nuevo coronavirus.  

Los desinfectantes de acción continua podrían convertirse en una nueva línea de defensa para frenar o prevenir la transmisión del coronavirus, señala un estudio reciente de la Universidad de Arizona.

 

Publicado en el servidor de preimpresión de ciencias de la salud MedRxiv, el estudio señala que la desinfección de superficies de alto contacto es una práctica importante para evitar la propagación de agentes patógenos, pero estas superficies se pueden volver a contaminar fácilmente después del uso de desinfectantes convencionales.

 

Los desinfectantes de acción continua trabajan para matar microorganismos de manera prolongada.

 

“Durante el curso de enfermedades respiratorias como covid-19, los aerosoles liberados durante los estornudos y la tos contienen virus infecciosos que eventualmente se depositarán en varias superficies”, explicó Luisa Ikner, investigadora del Departamento de Ciencias Ambientales, coordinadora de la investigación.

 

“La temperatura, la humedad y el tipo de superficie pueden afectar el tiempo que los virus como el SARS-CoV-2 permanecerán con capacidad infecciosa después de la deposición en la superficie”, señala.

 

“Las únicas herramientas que tenemos actualmente para reducir la propagación ambiental de virus a través de las superficies son el desinfectante de manos, el lavado de mano y la desinfección de superficies”, dijo el microbiólogo Charles Gerba, de la Facultad de Agricultura y Ciencias de la Vida.

 

“Esta tecnología crea una nueva barrera para controlar la propagación de virus en ambientes interiores”, señaló Gerba.

 

El estudio, financiado por Allied BioScience, una compañía de recubrimientos antimicrobianos de superficie, evalúa la tecnología antimicrobiana continuamente activa y su uso potencial contra la transmisión del virus.

 

“Evaluamos esta tecnología probando un recubrimiento antimicrobiano modificado contra el coronavirus humano 229E, que es uno de lo virus que causa el resfriado común”, señala la investigación.

 

“Incluso dos semanas después de la aplicación del recubrimiento, fue capaz de matar más del 99.9% de los coronavirus en dos horas”.

 

El coronavirus humano 229E es similar en estructura y genética al SARS-CoV-2, pero solo causa síntomas respiratorios leves. Por lo tanto, se puede utilizar de forma segura como modelo para el nuevo coronavirus para evaluar las sustancias químicas antivirales.

 

Los resultados de estos experimentos pueden proporcionar nuevas oportunidades para controlar la transmisión ambiental de covid-19.

 

La tecnología de desinfectante continuamente activa ha existido durante casi una década, pero se ha centrado principalmente en el control de infecciones bacterianas adquiridas en el hospital, como Staphylococcus aureus resistente a la meticilina invasiva o MRSA.