El Coordinador Nacional de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda indicó que se le entregó al presidente Andrés Manuel López Obrador una propuesta para plan económico de emergencia con la finalidad de manejar la crisis en el país, provocada por el Covid-19.

“La crisis provocada por el Coronavirus, por la que atraviesa México y el mundo, es un problema que nos afecta a todos y por lo tanto nos ocupa a todos. Por eso el 3 de abril le entregamos al Presidente lo que para diferentes organizaciones, académicos, especialistas y para Movimiento Ciudadano son los elementos esenciales que tendrían que integrar el Plan económico de emergencia para México. Esperamos con ansias el anuncio del Presidente, y nos llevamos una desgarradora sorpresa. Después de su plan que no fue plan, no hubo certezas, solo más incertidumbre.

1. Lo más importante es salvar vidas. Propusimos destinar todos los recursos necesarios para lograrlo. Usted minimizó el problema y además trató de engañarnos: comparó a México con la India, por ser de los países con menos casos confirmados. Pero lo que se le olvidó decir, Presidente, es que también son de los países en donde menos pruebas se han realizado.

Dijo que México cuenta con 6,400 camas de terapia intensiva. Pero se le olvidó que hace unos días el subsecretario López-Gatell dijo que solo contamos con 2,500 y no nos han dicho cuántas están ocupadas por otros pacientes que ya se encuentran en terapia intensiva por otros padecimientos.

Presidente, usted ha proclamado que la prioridad por encima de todo son los pobres de México. Al no tener un plan para contener los niveles de contagio masivo, los primeros y los que más van a morir son los pobres de nuestro país porque son los más vulnerables.

Se le olvidó responder a las y los profesionales de la salud, los grandes héroes de esta batalla y los grandes olvidados de esta crisis por su gobierno,  que hoy están en el frente de batalla de esta emergencia, que ya han dado su vida para salvar la de otros, y que no cuentan con los insumos necesarios ni para atender adecuadamente a más enfermos, ni para protegerse ellos mismos de ser contagiados.

2. Que nadie pierda su empleo y para lograrlo hay que preservar la planta productiva. A pesar de que son las tienditas, panaderías, estéticas, talleres, ferreterías y un sin fin más de micro, pequeñas y medianas empresas, las que generan el 70% de los empleos formales y representan casi el 60% del PIB, se le olvidó incluir aunque sea una sola medida de apoyo para todos ellos. Con esa omisión pone en riesgo el empleo de cientos de miles, quizá millones de hombres y mujeres. Por solo citar algunos ejemplos, en Inglaterra fue anunciado un estímulo fiscal de 38 mil millones de dólares para respaldar la economía, la Unión Europea anunció un fondo de 100,000 millones de euros para rescatar a los países más afectados por la pandemia, como Italia y España. Otra decena de naciones como Argentina, Bulgaria, Canadá y España, han decretado el financiamiento total o parcial del pago de salarios a trabajadores de empresas afectadas y la activación, reforzamiento o facilitación de seguros de desempleo. El débil es siempre más vulnerable, y eso aplica también a la economía. Si países mucho más fuerte economicamente que México se están protegiendo, por qué insistimos en una ruta que parece llevarnos al suicidio.

Usted sostiene que con las medidas que ha tomado su gobierno se generarán 2 millones de nuevos empleos en 9 meses, se le olvidó explicar cómo en medio de un panorama recesivo que se prolongará durante todo el año, se crearán más de 200 mil empleos formales al mes. ¿Qué van a hacer las personas que ya hoy están perdiendo su empleo? ¿A qué programa social, de entre todo el repertorio con el que se cuenta, podría acceder una persona profesionista, de entre 25 y 50 años, que sea despedida de su puesto de trabajo durante esta crisis, como podría suceder con cientos de miles? La realidad lo dice claro: su plan se olvidó de ellas, ellos y de sus familias.

3. Presidente, primero los pobres. Propusimos tomar medidas extraordinarias para sostener los ingresos y empleos de los más pobres del país. Pero la única medida que anunció es adelantar el pago de cuatro meses de algunos programas sociales ya existentes, como la pensión a los adultos mayores.  “Adelantar” no es una medida extraordinaria, no significa un apoyo emergente, sino algo que resentirán los adultos mayores después de esos cuatro meses. Esa medida no mejora sus ingresos, solo modifica la forma en que los van a recibir, y eso, con todo respeto Presidente, es una burla para el sector de la población más vulnerable, más afectada por la pandemia y con mayor tasa de mortalidad según muestran todas las cifras existentes sobre el impacto del Coronavirus en el mundo.

Primero los pobres, pero insiste en dedicarle cientos de miles de millones de pesos a proyectos cuyo costo financiero e impacto ambiental vuelve inviables. A un tren, un aeropuerto, una refinería, que no les traerán beneficios ni inmediatos, ni directos a los millones de pobres de este país. La Secretaría de Hacienda ya adelantó que para el 2021 se pretende destinar 26 mil 730 millones de pesos al tren maya y 27 mil 574 millones de pesos al aeropuerto de Santa Lucía, es decir, 14 veces más de lo presupuestado para este año, mientras que al sector salud no se le plantea un aumento.

4. Propusimos un plan para gestionar recursos en otras instancias, una mayor intervención estatal y un incremento del gasto público, pero ni siquiera habló de una verdadera “reasignación” de los recursos públicos. Presidente, se le olvidó qué es el neoliberalismo. Su plan es más neoliberal que el de sus adversarios. Intensificar la mal llamada austeridad, no usar recursos públicos para estimular la economía, no dar créditos y prórrogas a empleados y a quienes generan esos empleos, es justo lo contrario de lo que hoy necesita la economía: se necesita que le inyecten recursos, no desaparecerlos; se necesita que haya consumo. Hoy somos  el único país del mundo que se aferra al austericidio.

5. No le pedimos condonar impuestos, pero si otorgar facilidades para el pago de estos, en plazos razonables, luego de la crisis sanitaria, cuando la actividad económica se haya regularizado. España ya puso en práctica una medida como esta, para diferir impuestos por 6 meses a pequeñas, medianas empresas y trabajadores independientes; Italia adoptó una medida similar. La suspensión de embargo a empresas y la eliminación del pago de servicios, son otras de las decenas de acciones que otros países han ejecutado. Usted solo anunció que se devolverá el IVA con prontitud a los contribuyentes, se le olvida que esta es una obligación del estado, no una medida ante la crisis. A la larga, sin este tipo de facilidades, los contribuyentes simplemente no podrán pagar sus impuestos. Y si no pagan, entonces sus programas sociales no se podrán sostener. No nos engañemos, no  puede distribuirse una riqueza inexistente y no puede repartirse lo que no se tiene.

En conclusión, Presidente:

Para pesar y perjuicio de todos los mexicanos, lo más relevante de su discurso es todo lo que no nos dijo, sus omisiones, sus olvidos y los olvidados. Hay momentos en la historia de la humanidad que son momentos definitorios, donde las naciones se juegan más que las diatribas políticas, se juegan la vida y el futuro.  Esta pandemia global nos pone justo ante un momento como ese y usted parece no comprenderlo. Entre sus verdades y los hechos, hay un abismo de diferencia.

México sigue sin plan: Aún cuando usted afirme lo contrario, no tenemos una respuesta específica y clara para atender la peor pandemia del siglo, ni en términos sanitarios ni en términos económicos. Presentó un informe, el mismo informe que hubiera dado sin coronavirus, con o sin crisis. O díganos, ¿qué de lo que tenía planeado dejará de hacer para atender la contingencia?

Usted faltó a la verdad. Presentó cifras que no se sostienen o que peor aún, esconden la verdad ante un concierto de datos que el pueblo mexicano siquiera tiene cómo juzgar. Los números aislados, sin perspectiva, sin la dimensión real de lo que se necesita en una crisis como esta,  no son más que estadísticas frías con el peligroso poder de volver estéril la realidad. Presidente, por el bien de nuestro país, los números tienen que decirnos más de lo que usted desea que nos digan.

Su informe demostró que no hay liderazgo, o peor aún, que está siendo utilizado en perjuicio de México: usted, como nosotros, sabe que una buena parte de los mexicanos lo respalda, lo escucha, y lo sigue. Le pedimos por el bien del pueblo al que se debe,  que no utilice el poder de su palabra para llevarlos por el camino equivocado.

Presidente, gobernar es también rectificar”.

 


tfa