El pasado lunes le comenté que la actual contingencia sanitaria es un reto de características inéditas para el mundo, en donde el reto mayor para el Gobierno será el de utilizar la tecnología, las redes sociales y todo lo que se tenga a la mano para que diversas actividades no paren y puede mantenerse al mismo tiempo el aislamiento.

Esta semana hemos visto ejemplos de cómo los gobernadores del país en videoconferencia han estado enlazados con el Gobierno federal y así establecer diversas medidas, lo mismo ha pasado en la Ciudad de México con los alcaldes y la jefa de Gobierno.
También le referí que el Gobierno federal decretó la suspensión de actividades no esenciales; mientras que los Poderes Legislativo y Judicial tomaron distintas alternativas para mitigar la propagación del Covid-19 en un sector compuesto por millones de trabajadores.

Las Cámaras de Senadores y Diputados determinaron suspender actividades y despreciar el llamado de los partidos opositores a realizar las sesiones y el resto de labores legislativas de manera virtual. Lo anterior contrario a como si lo está haciendo el poder ejecutivo y el propio Andrés Manuel López de Obrador.

La pasada columna referí que por ejemplo el magistrado del Tribunal Electoral, Reyes Rodríguez, es quien insiste en que las sesiones sean presenciales, a pesar de que el presidente Felipe Fuentes y la ex presidenta Janine Otálora están en el grupo de edad con mayor riesgo”.

Hablando con la ponencia del magistrado esta semana me explican que el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón ha sostenido que las conferencias se realicen en vivo, pero ahí viene la buena noticia, propone que estas sean de manera de manera virtual, a través de videoconferencias. Propuestas así deberían tomar en otras áreas de Gobierno.

De esta forma el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, insiste en que debe ser la videoconferencia la vía para resolver asuntos jurisdiccionales, en las sesiones no presenciales ante la emergencia para evitar el contagio del Covid-19. Pero dato importante que habría que tomar en cuenta, el magistrado repara en que esa opción implica la asistencia de técnicos para operarla, por lo que se tendría que buscar métodos para no poner en riesgo a esos técnicos.

Llama la atención en este sentido el Acuerdo 2/2020 del Tribunal de Justicia Electoral, en el que se expone el uso de uno u otro tipo de herramienta tecnológica.
Por ejemplo, “el correo electrónico es simplemente el medio para realizar las convocatorias, informar determinaciones e intercambiar material entre los magistrados con la ventaja -que no tienen las videoconferencias- de conservar testigos escritos de los debates, mismos que se pondrán a la disposición del público en la página del TEPJF en Internet como parte del material de cada sesión: deliberación de los asuntos, resultado de la votación y el sentido de la resolución”.

La utilización del correo electrónico, además, se basa en experiencias institucionales en las que dio buenos resultados, por lo que es una herramienta sencilla, accesible y, como ya se anotó, garantiza la participación de los integrantes del pleno.
Esperemos que en base a las medidas que cada día se van anunciando por parte de los distintos gobiernos y poderes y que parece se podrían extenderse, se tome en cuenta el uso de la tecnología para no tener parados diversos trabajos en los cuales se puede ir avanzando.

 

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