“México Libre’’, la agrupación política que impulsan la ex pareja presidencial Felipe Calderón y Margarita Zavala, al parecer tendrá que esperar mejores tiempos para convertirse en partido político.

Ni siquiera destaca en el informe semanal del INE sobre las organizaciones que buscan constituirse en partidos políticos.

En primer lugar aparecen las Redes Sociales Progresistas, la asociación impulsada por Elba Esther Gordillo, con sus 20 asambleas estatales realizadas y con un total de 334 mil 951 afiliados, 43% más que los requeridos por el INE.

En segundo lugar está Grupo Social Promotor de México, que ha realizado 283 de las 300 asambleas distritales que debe realizar, pero que ya tiene un número de afiliados 318 mil 021 superior a los 233 mil 945 que exige la ley para convertirse en partido.

El tercer lugar lo ocupa Encuentro Solidario, que no es otro que el Partido Encuentro Social, que perdió su registro en la elección pasada, y que va tras la ubre, perdón, tras el enriquecimiento de la democracia otra vez.

Suma 292 de las 300 asambleas distritales con 226 mil 436 afiliados, es decir, 96.79% de la meta establecida.

Lo de México Libre se encuentra lejos de la meta.

Y si se considera el golpe mediático que representa para la imagen de Calderón y Zavala la detención de Genaro García Luna, parece una lucha perdida.

Las redes sociales se ensañaron ayer con el ex Presidente, como era previsible; fue condenado y juzgado sobre todo por los lopezobradoristas, de quien es el enemigo público número uno.

En los próximos días se sabrá si la ex pareja presidencial sigue en su empeño por crear su propio partido o si de plano, ante el tsunami de señalamientos que tendrá en contra por varios meses, lo deja para otra ocasión.

Ni hablar.

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Si el INE le cobra a lo chino las multas que tiene Morena -unos 200 millones de pesos-, ¿cuánto dinero le quedará al partido de López Obrador para financiarse el año próximo?

Cierto que solo habrá dos elecciones locales, en Coahuila e Hidalgo, pero tienen una estructura -pago de empleados, rentas, etcétera-, que deberán sostener sin depender del Gobierno, como hicieron el PRI y el PAN.

Así que ya estaremos viendo si en los meses por venir -y si sigue en el partido- Yeidckol Polensky no se da la arrepentida y termina solicitando al INE la anulación del convenio.

Puede hacerlo cuando se le de la gana, porque se trató de una cesión de “buena voluntad’’.

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A pasar de que los partidos de oposición habían solicitado más tiempo para analizarla, Morena y sus rémoras aprobaron en la Cámara de Diputados la Ley de Amnistía con la que se busca liberar a personas sentenciadas por delitos como aborto, robo sin violencia -siempre y cuando no sean reincidentes- y transporte de estupefacientes bajo ciertas condiciones.

Al líder de Morena en San Lázaro, Mario Delgado, le urgía sacar esta ley, promesa de campaña de López Obrador, con la que se pretende beneficiar a unos 100 mil ciudadanos presos por delitos menores.

Evidentemente la amnistía también alcanzará a los presos políticos -¿pues no que no hay en México?-, a quienes están acusados de sedición pero no a los terroristas -otra vez, de esos no hay en México, ¿o sí?-.

El caso es que Delgado ya puede ir a Palacio Nacional para que le pongan su estrellita en la frente.

Tal vez eso le de nuevo impulso para tratar de hacerse de la presidencia de Morena el próximo año.