Por Karina Aguilar

 

Gran revuelo ocasionó la semana pasada la llegada de Evo Morales, ex presidente de Bolivia, como asilado político en México.

 

Lejos de las causas por las cuales el ex mandatario tuvo que huir de su país, que por cierto tiene una de las principales reservas de litio en el mundo, y solicitar asilo en México; lo que evidenció el gobierno del Presidente, Andrés Manuel López Obrador, es que continúa la incongruencia.

 

Ya no más vuelos privados, presumió; ya no existe el estado mayor presidencial, nos dijo; ya no hay camionetas machuchonas, nos aseguró; sin embargo, todos esos dichos se vinieron abajo el martes 12 de noviembre.

 

En un jet de la Fuerza Aérea Mexicana, el gobierno federal, sacó de Bolivia a Evo Morales; una vez en territorio nacional, para su cuidado ha sido necesario contar con los servicios del según, extinto estado mayor presidencial y el transporte que le fue asignado, son las famosas camionetas negras blindadas, las que ya se habían vendido.

 

Con ello se demuestra que muchos de los recursos materiales de los anteriores gobiernos no eran del todo un lujo, sino una necesidad.

 

Lo que sí es un exceso es la manera en que la denominada Cuarta Transformación ha placeado a Evo Morales en conferencias, reuniones con legisladores, entrevistas y eventos sociales como declararlo huésped distinguido de la Ciudad de México. Un show que montó el gobierno de López Obrador, con la esperanza quizá, de que los mexicanos nos olvidemos de lo verdaderamente importante.

 

Pero cómo dejar en el olvido, los constantes ataques del crimen organizado en contra de las fuerzas policiacas y castrenses en diferentes puntos del país como en Michoacán, Tamaulipas y Guerrero.

 

Cómo dejar pasar que el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos, (FBI) por sus siglas en inglés, se encuentra en nuestro país investigando el asesinato de tres mujeres y seis niños de la familia LeBaron en los límites de Sonora y Chihuahua.

 

O bien, la toma de protesta en medio de golpes y gritos de la nueva presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y militante de Morena, Rosario Piedra y que la Cámara de Diputados no haya podido sesionar ante las manifestaciones de organizaciones campesinas, y se tuviera que retrasar la aprobación del Presupuesto de Egresos 2020.

 

Estos, sí son los verdaderos problemas de México.

 

 

Y en Pregunta Sin Ofensa:

Cuando en su primera entrevista con reporteros como presidenta de la CNDH, manifiesta ignorar que en el país asesinan a periodistas ¿qué podemos esperar de Rosario Piedra Ibarra?