El grupo privado We Build the Wall anunció un nuevo plan para construir una parte del muro en la frontera entre Estados Unidos y México en terrenos particulares, en un proyecto de financiación colectiva y en apoyo a la promesa de campaña del presidente estadunidense Donald Trump.

 

El grupo We Build the Wall (Construimos el muro), fue fundado por el veterano de la Fuerza Aérea estadunidense, Brian Kolfage, y es el responsable de la construcción de una barrera en la frontera de Nuevo México de casi 800 metros de largo, con un costo de entre seis y ocho millones de dólares.

 

We Build the Wall lanzó el viernes una campaña de recolección de fondos por internet para su nuevo proyecto de muro fronterizo que pretende construir en terrenos privados en la región del Valle del Río Grande, en el sur de Texas, informó el diario local Texas Monthly.

 

El nuevo proyecto que contempla la construcción de una barda de unas tres y media millas de largo (unos 5.6 kilómetros) de extensión, se realizará en una propiedad privada cerca de la ciudad de Mission y adyacente al Centro Nacional de Mariposas, detalló el diario.

 

La estrategia de We Build the Wall de construir en terrenos particulares y con fondos privados lo protege de la intervención del gobierno de construir un muro fronterizo, luego que el presidente Trump ha fallado en sus intentos por lograr la autorización de recurso federales para el muro en la frontera binacional de unos los tres mil 150 kilómetros.

 

Según el diario, el grupo privado publicó que necesita recaudar entre sus donantes al menos mil dólares por día para pagar el combustible del equipo pesado que ahora limpia los terrenos donde pretende construir una nueva barda fronteriza.

 

En un video que publicó el grupo, y que citó el diario, se expuso que el muro se construiría de 25 a 30 pies (de siete a nueve metros) de distancia del Río Grande en un terreno propiedad de Neuhaus & Sons. Lance Neuhaus, nieto del fundador del Texas State Bank.

 

Kolfage confió en que terminará el muro privado en un mes y medio, pero no ofreció más detalles sobre su diseño de la barda, y dejó sin precisar cómo un muro privado se integraría con los planes de la administración Trump para al menos 88 millas (unos 141.6 kilómetros) de barrera fronteriza en el Valle del Río Grande.

 

Mientras, contratistas federales ya llevaron máquinas y equipos pesado para limpiar terrenos a unas cinco millas al oeste de la propiedad de Neuhaus, pero la construcción aún no ha comenzado.

 

Luego del anuncio de We Build the Wall, los ambientalistas criticaron el proyecto por considerar que un muro en el área empeorará las inundaciones en México, violando un tratado internacional y creará riesgos adicionales.

 

“Las entidades privadas no son libres de violar el tratado y poner en peligro vidas y propiedades en México”, comentó al periódico Scott Nicol, de la Campaña Borderlands del Sierra Club.

 

“Su muro es sólo un truco publicitario destinado a atraer donantes y a obtener dinero en efectivo, pero si realmente construyen un muro en la orilla del río, será tremendamente destructivo”, alertó.

 

Nicol explicó que ese muro estaría “en la orilla de un río arenoso, por lo que cuando llegue la primera inundación fuerte, el muro se arrastrará, enviando una masa de hormigón y acero río abajo que se estrellará contra hogares y negocios. Su muro no sólo podría destruir propiedades, sino que también podría matar personas”, advirtió el ambientalista.

FV