Sin duda alguna la flor de cempasúchil es un símbolo representativo de la cultura mexicana y particularmente de Día de Muertos; en esta temporada, su color, olor y esencia, visten los altares y ofrendas de las familias mexicanas que recuerdan a quienes ya no están con nosotros.

Debemos recordar que, debido al trabajo de los agricultores nacionales es posible  que cada año contemos con esta bella y brillante flor, la cual viste de forma única a una de las festividades mexicanas más importantes para el mundo; actualmente existen 58 especies de cempasúchil, de las cuales 35 habitan en México.

El estado de la república que produce la mayor cantidad de esta flor es Puebla, con su producción se abastece a la entidad y también se envía a otros estados, principalmente a la Ciudad de México, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca y San Luis Potosí.

Cada año en México se cosechan alrededor de mil 500 hectáreas de la tradicional flor, con una producción media anual de más de 13 mil 900 toneladas, señala la Dirección General de Fomento a la Agricultura.

Aproximadamente 700 productores cultivan la flor de muerto en la capital del país, en su mayoría en la delegación Xochimilco. Su venta en esta región asciende a 10 millones de pesos y genera más de mil 500 empleos directos y dos mil indirectos.

Por todas las anteriores razones la “flor de veinte pétalos” (por sus raíces en lengua náhuatl), es una de las más icónicas de México y no puede faltar en tu altar durante estas temporadas.

Sabías que: 

Se dice que la primera vez que se usó la flor de cempasúchil fue en Malinalco, Estado de México.

En la región la utilizaban para adornar las tumbas porque creían que poseían la habilidad de guardar en sus corolas el calor de los rayos del sol.

Posteriormente los aztecas se apropiaron de la tradición y con el paso del tiempo la popularizaron; así se convirtió en la flor de los altares por excelencia.

Sólo florece después de la época de lluvias, lo cual provoca que se fortalezca su relación con las celebraciones de Día de Muertos en México.

Aunque su principal uso es ornamental, también tiene un alto potencial industrial y farmacéutico.

En la agricultura es utilizada por su función biocida (insecticida, fungicida, entre otras), así como abono orgánico.

También se emplea como remedio casero para los cólicos estomacales, resfriados y parásitos intestinales.
De acuerdo a la Sagarpa, con una producción aproximada de 14 mil toneladas de cempasúchil se garantiza el abasto para la celebración del Día de Muertos.

LEG