Después de mil días en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no podría estar en peor situación.

Se encuentra al centro de un histórico impeachment por abuso del poder presidencial para su beneficio personal, que se fortalece día a día con testimonios de diplomáticos y ex funcionarios de su Gobierno, quienes durante cuatro meses planearon y presionaron a Ucrania para que abriera una investigación con el propósito de conseguir información negativa de los Biden, a cambio de la entrega de 400 millones de dólares de asistencia militar aprobados por el Congreso.

¿Pelosi Presidenta?

El juicio político aumenta la tensión y el nerviosismo entre los republicanos de línea dura, pues están conscientes de que si Trump es declarado culpable y eventualmente removido de la Presidencia (el impeachment iniciaría a finales de noviembre y se extendería hasta la Navidad), el primero para sucederlo sería el vicepresidente, Mike Pence, quien enfrenta cargos similares de abuso de poder, por lo que él también sería juzgado, dejando el camino libre a la segunda persona en la Ley de Sucesión Presidencial de 1947, una mujer: la líder demócrata Nancy Pelosi. Así como lo leyó.

Trump, de fuerte y seguro, a débil e inseguro

En contraste con la imagen de una fuerza y conocimientos que antes luchó por proyectar, los últimos meses Trump refleja impulsividad, coraje, debilidad e inseguridad por constante pérdida de apoyo y control que tuvo en múltiples frentes: el Congreso, las cortes y medios de comunicación como Fox News, que le eran incondicionales; y hasta del electorado, del que 52% está a favor del juicio político y su eventual remoción del cargo.

Un ejemplo reciente de su actuar político y que generó rechazo mundial es la retirada abrupta de mil soldados estadounidenses del norte de Siria, en franca traición a los aliados kurdos, quienes han sacrificado sus vidas en la guerra contra el Estado Islámico, propiciando la barbarie de tropas turcas, que los masacraron en un baño de sangre que conmocionó a las naciones y generó críticas incluso en Estados Unidos, incluyendo a los legisladores republicanos.

Bajo presión, Trump trató de enmendar su error enviando una agresiva e insólita carta al presidente Erdogan, conminándolo a “no ser tonto” y amenazándolo con “destruir la economía de Turquía”.

Erdogan la tiró a la basura y se burló de él, lo que destacó el senador republicano Mitt Romney en el pleno de la Cámara Alta.

Incluso Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana del Senado, incondicional de Trump y quien nunca lo contradice por sus abusos, escribió un editorial abierto en el diario Washington Post, en el que destaca que “retirar tropas de Siria es un grave error estratégico que debilitará al pueblo norteamericano, haciéndolo más vulnerable, creando inseguridad en su territorio y debilitando importantes alianzas”.

Tratando de minimizar el caos y masacres que también pusieron en riesgo a las tropas de Estados Unidos, Trump dijo que “los kurdos no son unos ángeles” y que el PKK o Partido Kurdo de los Trabajadores, era “un grupo militante que regularmente lanza ataques en Turquía” y “era respetado por ISIL por ser mas duro que esa organización terrorista”, mentira rechazada por el Congreso.

Esa acción fue repudiada mediante una resolución bipartidista aprobada por 354 votos a favor (120 de republicanos) y solo 60 en contra, por un Congreso que condenó enérgicamente su traición a los aliados Kurdos.

Se autocontrata Trump

La cereza del pastel fue el acto autoritario en el que el presidente Trump anunció que la sede de la reunión anual de la cumbre del G-7, en 2020, sería nada menos que su Hotel y Club de Golf Doral, en Florida, manejado por sus hijos, que enfrenta severos problemas financieros, lo que levantó un tsunami de críticas, protestas y demandas, y de lo cual tuvo que retractarse, según anunció él mismo a través de su cuenta de Twitter, culpando a los demócratas y a los medios, sin mencionar la presión de legisladores republicanos que lo criticaron y urgieron a retroceder, convenciéndolo de que era imposible defenderlo de acciones como esa.

“Creí que estaba haciendo algo muy bueno para nuestro país, usando el Trump National Doral, en Miami, para recibir a los líderes del G-7, es grande, con cientos de hectáreas, cerca del Aeropuerto Internacional de Miami, con grandes salones y salas de reunión, y cada delegación tendría su propio edificio de 50 a 70 unidades; estaba dispuesto a hacerlo sin ganancias, pero como es usual, los medios hostiles y sus socios demócratas se volvieron locos”, afirmó.

El ingreso financiero de su resort se redujo 69% de 2015 a 2017, generando un ingreso anual de 75.9 millones de dólares, por lo que el contrato de la cumbre del G-7, estimado entre 100 y 120 millones de dólares, representaba más del 130% de las ganancias de un año, en solo una semana, además de la exposición internacional que le daría aparecer todos los días, durante una semana, en cadenas de televisión, periódicos y revistas del mundo.

La república, atacada por Trump

La irracional conducta del presidente Trump es motivo de serias criticas o de bromas burlonas por parte de militares en activo y retirados, que generalmente no se involucraban en política.

“Nuestra República está bajo ataque del Presidente”, aseguró el almirante William McRaven, ex comandante general de las tropas de Operaciones Especiales, quien tuvo a su cargo el operativo para la captura o ejecución de Osama Bin Laden.

“El Presidente está devastando la infraestructura constitucional estadounidense”, señaló McRaven, “cuando quieres destruir una organización debes hacerlo desde adentro y luego convencer a todos de que estás haciendo lo más adecuado”.

El general retirado y ex secretario de Defensa, James Mattis, de quien Trump dijo que estaba “sobrevalorado”, dijo en una cena de gala en Nueva York:

“El Presidente también ha dicho que Meryl Streep es una actriz sobrevalorada, así que no soy solo un general sobrevalorado, sino que fui honrado para ser considerado por Donald Trump algo así como el Meryl Streep de los generales”.

Y burlándose del gusto del presidente Trump por la comida chatarra, agregó: “Para el Presidente, seguramente el Coronel Sanders (de Kentucky Fried Chicken) es un general que no esta sobrevalorado”.

Investigaciones

El Presidente enfrenta suficientes investigaciones del Congreso y de ONGs por más de 2,500 casos de corrupción, entre ellos su constante uso de al menos 13 de sus propiedades para pasar los fines de semana o vacaciones con la familia y amigos, con cargo multimillonario a los contribuyentes.

Además se investiga la costosa estancia del vicepresidente Mike Pence en el Hotel Trump de Doonbeg, Escocia, cuando hizo una visita oficial a Londres, pagando fuertes sumas por el transporte en tierra, igual que pagos de miles de dólares de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, desde hace dos anos, cuando pilotos de vuelos con destino a Irak, Kuwait o Afganistán, pernoctan en el hotel Trump Turnberry de Escocia y otros eventos en el Hotel Trump de Washington.

 

Misión Biden”, En Ucrania

Aunque en sus actos de campaña Trump lucha por convencer a sus seguidores de lo contrario, Donald Trump abusó de todo su poder presidencial con el propósito de asegurar su reelección en 2020, confiriendo poderes extraordinarios a Rudy Giuliani, su abogado personal, con la misión de asegurar la intervención de Ucrania, en la elección presidencial de 2020 investigando a Hunter Biden y a su padre Joe Biden, en busca de información negativa que pudiera usar en la campaña presidencial, contra su posible contendiente demócrata.

Quid-pro-Quo que el Presidente Donald Trump rechazó desde el 25 el julio, igual que sus incondicionales republicanos, luego de ser denunciado por un whistleblower, lo que desmintió Mick Mulvaney, Jefe de Gabinete de Trump, en una rara conferencia de prensa en la Casa Blanca el jueves de la semana pasada, confirmando que Trump le informó que un servidor del Partido Demócrata estaba en Ucrania.

“Absolutamente, esa fue la razón por la que detuvimos el dinero”, dijo Mulvaney, quien sostuvo ante periodistas:
“Asimílenlo, las elecciones tienen consecuencias, hay una influencia política en política externa, eso hacemos todo el tiempo”, dijo el jefe de Gabinete, de lo que luego se retractó.

 

Fuerza de tarea de Ucrania, Coordinada por Giuliani

Giuliani coordinó el trabajo de una “Fuerza de Tarea” durante cuatro meses, que conectó a los secretarios Mike Pompeo, de Estado; Mark Esper, de Defensa; Mike Mulvaney, jefe de Gabinete de la Casa Blanca y los embajadores de Estados Unidos, Gordon Sondland, ante la Unión Europea; William Taylor, en Ucrania; y Kurt Volker, enviado del Departamento de Estado para Ucrania, quienes fueron citados a testificar ante el Congreso.

A pesar de la prohibición de la Casa Blanca, la mayoría de ellos ha comparecido, excepto los secretarios de Estado y Defensa.
Giuliani, mantuvo y propició múltiples contactos y conversaciones con Andrey Yermak, asistente personal del presidente Volodímir Zelenski, con quien acordaron la elaboración de un documento escrito, en el que el gobierno del Presidente Ucraniano se comprometía a abrir la investigación, a cambio de la entrega de la asistencia militar y una entrevista con el Presidente Trump, en la Oficina Oval.

Y presionó al Departamento de Estado y la Casa Blanca, para que expidieran una visa a Viktor Shokin, ex procurador general de Ucrania, para que visitara Estados Unidos y proporcionara ayuda en la búsqueda de material negativo sobre los Biden. Pero la visa fue rechazada.

La negativa de la visa fue atribuida a la intervención Marie Yovanovitch, entonces Embajadora de Estados Unidos ante el gobierno de Kiev, por lo que Rudy Giuliani presionó al presidente para que la removiera, aunque se vio en la obligación de mantener personal diplomático de carrera que habla ucraniano, tiene contactos y era indispensable para un canal de comunicación adicional a través del cual pudieran lograr su objetivo, una vez que retiraron al Consejo Nacional de Seguridad el control de la relación con esa nación de Europa Oriental.

Lev Parnas, uno de los asociados de Giuliani, ahora encarcelado junto con Igor Fruman, David Correia y Andrey Kukushkin, otros socios de Giuliani, por violación de leyes de financiamiento de campaña quien contribuyó con miles de dólares a la ceremonia inaugural del Presidente, dijo que “creía que Yovanovitch pidió al presidente Trump la remoción de la embajadora, quien sirvió para seis presidentes en la región, lo que generó indignación en el Departamento de Estado, especialmente cuando el secretario Mike Pompeo fue incapaz de defenderla y en lugar de eso, ordenó que “regresara a Estados Unidos en el primer vuelo disponible”.

Fiona Hill, quien fue la más importante asesora de la Casa Blanca sobre Rusia, advirtió de las intenciones de Trump hacia Ucrania, igual que de lo que consideraba un “riesgo para la Seguridad Nacional” con el nombramiento de Gordon Sondland como Embajador de Estados Unidos ante la Union Europea, por su falta de conocimiento.

Hill dijo que la inexperiencia de Sondland lo hacia vulnerable a que gobiernos extranjeros explotaran su inexperiencia, en acciones de contrainteligencia.

Michael McKinley, quien renunció como ex asesor de Mike Pompeo a causa del abuso de poder en Ucrania, externo su preocupación a los legisladores, por la destitución arbitraria de diplomáticos de carrera como la embajadora Maria Yovanovitch y posiblemente sobre la participación del secretario de Estado Pompeo, en la política sucia hacia ese país.

Gordon Sondland, quien obtuvo la embajada ante la Unión Europea por su aportación de un millón de dólares a la ceremonia Inaugural de Trump, dijo al Congreso que se sentía “incomodo por la forma en que la Casa Blanca politizó las relaciones con Ucrania” e informó que todo cuanto hizo, fue bajo ordenes de Rudy Giuliani y del Presidente Trump. Tambien hablo de la participación de Rick Perry, Secretario de Energia, quien anuncio que renunciará al cargo.

LEG