Axolotl
Imagen: Tinwe / Pixabay Investigadores descubrieron que los humanos tenemos la capacidad de regenerar cartílagos de las extremidades.  

El ajolote (ambystoma mexicanum) es reconocido por sus capacidades regenerativas, como lo es la posibilidad de recuperar sus extremidades completas, pero aunque los seres humanos no tenemos esta habilidad, un nuevo estudio determinó que de nuestro pasado evolutivo conservamos una habilidad de recuperar tejidos de cartílagos que era previamente desconocida.

 

Nuestros cuerpos han mantenido la capacidad de reparar los cartílagos dañados de nuestras extremidades, de acuerdo con una investigación publicada hoy en Science Advances.

 

La mecánica de este proceso de autocuración es prácticamente la misma utilizada por los anfibios y otros animales que son capaces de regenerar extremidades perdidas, de acuerdo con la investigación.

 

Los científicos que han identificado esta capacidad previamente desconocida de los humanos esperan que sus hallazgos permitan desarrollar nuevas terapias para tratar lesiones y desórdenes de las articulaciones, incluyendo la osteoartritis.

 

En una aplicación más ambiciosa, este mecanismo de curación podría ser explotado para mejorar la reparación de articulaciones y establecer las bases de la regeneración de extremidades humanas, señalan los autores en su estudio.

 

Algunos animales como los ajolotes mexicanos son capaces de regenerar diferentes partes de su cuerpo, en particular sus órganos internos e incluso partes de su cerebro.

 

Aunque es un hecho que los humanos no podemos regenerar nuestras extremidades, los científicos previamente pensaban que tampoco podíamos regenerar los cartílagos dañados o degenerados en nuestras articulaciones.

 

Los científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke y de la Universidad de Lund basaron su investigación en el estudio de cuál es la duración de las proteínas en nuestros cartílagos.

 

“Ello no llevó a entender que las proteínas de los cartílagos de la rodilla en general eran más jóvenes que las proteínas en las caderas de personas con edades similares”, dijo Virginia Kraus, coautora del estudio, reporta Gizmodo.

 

“Por más jóvenes entendemos que han acumulado menos modificiaciones de su estructura que suceden de manera natural durante el tiempo con el envejecimiento. Esto nos llevó a evaluar el cartílago de los tobillos y, de hecho. encontramos que las mismas proteínas eran aún más jóvenes”, señaló.

 

“Esto nunca se había observado anteriormente”, señaló la investigadora.

 

La investigación encontró que la edad de las proteínas del cartílago se correlacionan con la parte del cuerpo en la que residen; las proteínas del cartílago, incluido el colágeno, en los tobillos eran jóvenes, en las rodillas eran de mediana edad y en las caderas eran viejas”.

 

Este hallazgo demuestra que la reparación de tejidos tiende a ser más productiva en las extremidades, por ejemplo en las puntas de los pies.

 

Esto podría explicar por qué, en humanos, las caderas y las rodillas requieren más tiempo en sanar que los tobillos, y por qué los tobillos son menos susceptibles a la artritis severa.