El equipo femenil mexicano de nado sincronizado hizo historia en los Juegos Panamericanos logrando dos medallas de plata y su boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, algo que México no lograba desde 1996. Jessica Sobrino fue parte fundamental de dicho logro, pues es la acróbata del conjunto, y estuvo en las instalaciones de 24 HORAS para contarnos como fue su experiencia en tierras incas.

“Nos llena de felicidad que muchas personas nos dijeran que teníamos que estar arriba, eso fue algo muy bonito. Nadamos como nunca, dimos lo mejor que teníamos. Ha sido uno de los años más pesados, a algunas de nosotras nos dio influenza, fue muy complicado, y una medalla de plata que nos sabe a oro”, aseguró la orgullosa sirena.

“Es muy difícil porque estamos en un deporte de apreciación, siempre interviene la política, pero son cosas que no están en nuestras manos”, sentenció Sobrino.

En marzo próximo será el Preolímpico para clasificar a Tokio 2020, y Jessica está segura que el boleto puede llegar, pues tienen toda la calidad, y ahora, la experiencia para culminar el sueño de asistir a la justa veraniega.

“Tenemos que ver en comparación con los equipos que vamos a competir que son Italia, Francia, España, analizarlos y ver en qué podemos mejorar. En cuanto a las rutinas, creo que van a ser las mismas, nos quedaremos con la base”, afirmó una mujer que tiene más de una década en las piscinas.

“Se dice fácil la medalla de plata, y lo cierto es que nos costó muchísimo trabajo, y no la demerito para nada, es una sensación muy bonita”, dijo Sobrino.

Un trabajo de generaciones

“En el nado sincronizado se sube muy lento en el mundo, y Adriana Loftus ha trabajado con tres o cuatro generaciones, y ese trabajo se nota. Para llegar a los primeros 10 países del ranking te puedes tardar de 10 a 15 años. Somos de los que ha subido más rápido, y eso se reconoce. Ahora ya pasamos a todas las finales, y eso ya no es nuestra meta, ahora pensamos llegar a los 90 puntos, y estar en el top cinco”, comentó Jessica en medio de una charla donde llegó con su medalla obtenida en Lima.

Una jovencita con historia acuática

Salvador Sobrino es el actual entrenador de la Selección de clavados de Australia, y tiene más de una década en dichas tierras tan lejanas, pero Jessica no sabía que era sobrina de Salvador, y apenas se han visto en pocas ocasiones cuando su tío viene a México.

“Hace poco que nos conocimos, no sabíamos que eramos familia, y nos dio mucha felicidad que teníamos familia deportista. Por el lado de los Sobrino tengo un tío que fue a marcha en los Olímpicos de Seul. Vengo de una familia deportista, pero el nado sincronizado lo elegí por copiarle a mi hermana”, comentó la niña que proyecta una gran energía con su sonrisa.

Hoy está de regreso de tierras peruanas, y Jessica Sobrino no deja de sentirse orgullosa, pero con la responsabilidad de conseguir el boleto a los próximos Juegos Olímpicos.

 

Frases

“Estudio administración en la Universidad Autónoma del Estado de México, ya me falta poco para terminar. Estoy muy agradecida con ellos, me han apoyado mucho”.

“Empecé a los seis años, primero tomas algunos niveles, y a las 12 entré a la Selección infantil. Después subí a las juveniles y luego la primera fuerza”

“Lo más difícil es aguantar la respiración, y más en un deporte donde no tocas el piso. Son cuatro minutos de máxima intensidad. Aunque nos vean sonriendo, nos estamos muriendo, son cuatro minutos a full”.

“Entre más juntas estamos, mejor nos clasifican, así que la que tiene las uñas largas, la ahorcamos. Los codazos y los golpes debajo del agua están a todo”

Jessica sobrino medallista en Lima

LEG