A pesar de ese gran “spread” entre las tasas de interés que tiene México respecto a los bonos del Tesoro norteamericano, parece no ser suficiente para mantener los capitales y la presión contra el peso mexicano.

El hecho de que las políticas monetarias de naciones y regiones desarrolladas estén orientadas hacia una mayor flexibilización por la rápida desaceleración de la economía mundial, analistas y gestores a nivel global están llevando un “replanteamiento” sobre las inversiones futuras en los portafolios. Las ganancias de los portafolios han sido muy importantes en el mercado de deuda, principalmente en economías emergentes como es el caso de la deuda mexicana, pero también en las bolsas de Estados Unidos, cuyos rendimientos directos son en promedio de 16.5%, por lo que en estos siguientes meses, donde los riesgos por un aumento en la aversión estarán presentes, prefieren conducirse con rendimientos más moderados, pero cuidando ya sus resultados de 2019.

Es por ello que durante agosto estamos viendo salida de flujos de mercados emergentes. En el caso de México, la tenencia de extranjeros en el mercado de dinero registra una salida ya en 2019 de mil 602 millones de dólares, cuando en febrero pasado acumulaba una entrada de más de siete mil millones de dólares. La salida principal se está dando en los instrumentos cortos como son los Cetes, ante una expectativa de nuevas bajas por parte del Banxico en los siguientes meses, teniendo como punto de alerta el riesgo Pemex. Se espera que una vez entregado el presupuesto 2020 al Congreso, entre septiembre y octubre las calificadoras evaluarán a Pemex y a la nota soberana.

Por dar algunos datos que se han registrado durante agosto, en el mercado de divisas, el peso argentino, en donde se suma la crisis económica y el resultado electoral preliminar, se ha depreciado 24.9%; la moneda sudafricana pierde 8.1%, el real brasileño se ha presionado y registra una caída de 6.2% frente al dólar y el peso mexicano alcanza 3.1% de depreciación.

Respecto a la divisa nacional, la estimación del presupuesto 2019 por parte del Gobierno federal se hizo sobre una base cercana a los 20.00 pesos por dólar. Por otro lado, este escenario de un “menor atractivo sobre economías emergentes”, se suma al problema de gobernanza que vive el país, en donde la incertidumbre acerca de las políticas económicas, la inseguridad, la corrupción y la falta de Estado de Derecho, entre otros, generan un bajo nivel de confianza hacia la inversión y consumo y, con ello, el riesgo de un estancamiento económico prevalecerá en los siguientes meses.

Se espera que el gasto e inversión pública empiecen a mostrar un pequeño optimismo, pero no será suficiente.

Así, técnicamente vemos en el peso mexicano una zona superior relevante sobre $19.80 o $20.10 en el mercado interbancario. De superarlo, podríamos ver una depreciación del peso más constante hacia $20.40-$20.60 que representan los niveles registrados en el último trimestre de 2018. El soporte se ubicaría en $19.50-$19.40.

 

Tipo de cambio. MXN$ por USD$ (diaria)

 

Juan Ángel Espinosa