El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, renunció al cargo y lanzó un duro ataque contra su propio ministro del Interior, Matteo Salvini, al que acusó de hundir el Gobierno de coalición y poner en peligro la economía, en busca de réditos personales y políticos.

En un discurso ante el Parlamento, que suspendió su receso estival para decidir el futuro de una administración con apenas 14 meses de vida, Conte acusó al jefe del partido Liga, Salvini, de intentar aprovecharse de su creciente popularidad.

En un sorpresivo anuncio el 8 de agosto, Salvini declaró que su alianza con el Movimiento 5 Estrellas estaba muerta y convocó a elecciones, pero la jugada podría ser un gran error político y abrir las puertas del poder a sus rivales.

Políticos del antisistema Movimiento 5 Estrellas y del Partido Demócrata de centroizquierda están discutiendo abiertamente la formación de una nueva coalición, la cual llevaría a la Liga a la oposición y le daría a Italia un Gobierno más centrista y proeuropeo.

“(Salvini) ha demostrado que está siguiendo sus propios intereses y los de su partido”, sentenció Conte ante un Senado repleto, con un impertérrito Salvini sentado a su lado, “sus decisiones implican serios riesgos para este país”.

La renuncia del primer ministro, que no está adscrito a ninguno de los dos partidos que integran la coalición, permitirá que el jefe de Estado active consultas con los partidos para formar una nueva coalición.

Si no lo consigue, el Presidente Sergio Mattarella tendría que disolver el Parlamento tres años y medio antes de tiempo, una decisión que podría desembocar en la celebración de elecciones este otoño.

LEG