Como en un escenario de varias pistas, por un lado el presidente Donald Trump realizó una gira exprés a Dayton, Ohio; y a El Paso, Texas, sitios donde se registraron las masacres del fin de semana en la que murieron 8 mexicanos; por otro lado, una megaredada en Misisipi dejó como saldo 680 migrantes arrestados.

Los operativos se llevaron a cabo en siete plantas de procesamiento de alimentos, informaron funcionarios de Inmigración de Estados Unidos.

El saldo sería el más alto en una década y probablemente el mayor en un solo estado, de acuerdo con autoridades de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Alrededor de 600 agentes fueron desplegados en las plantas para rodear los perímetros, con el fin de evitar que los trabajadores huyeran. Los allanamientos a gran escala fueron realizados en pequeños pueblos cerca de Jackson, con una fuerza laboral compuesta principalmente por inmigrantes latinos.

Uno de los allanamientos fue realizado contra los propietarios y trabajadores de la procesadora de carne de pollo Koch Foods Inc., en el pueblo de Morton, 64 kilómetros al este de Jackson, y dejó como resultado dos autobuses llenos de hombres y uno de mujeres.

Familiares, amigos y residentes se despidieron desde lejos de los arrestados mientras gritaban “¡Suéltenlos!”.

Fueron llevados a un hangar militar para ser procesados por violaciones migratorias. A los trabajadores que pudieron comprobar su residencia legal se les permitió irse, pero antes tuvieron que permitir la revisión de la cajuela de sus autos.

Bajo el Gobierno del ex presidente George W. Bush estas grandes muestras de fuerza eran comunes. Durante el mandato de Barack Obama, este tipo de redadas fueron evitadas.

Otro grito retumbó la víspera, el que fue dirigido al propio Trump como una muestra de rechazo a su visita: “¡Devuélvanlo!”.
Así se escuchó en el parque de béisbol Washington.

El evento al que convocaron autoridades demócratas se caracterizó por los discursos contra el presidente Trump, a quien recriminan sus mensajes contra la migración indocumentada y contra los mexicanos.

Beto O’Rourke, aspirante a la nominación demócrata 2020, así como Verónica Escobar, congresista de Texas, fueron las dos figuras estelares del evento.

Los manifestantes cantaron el himno a Estados Unidos e hicieron pase de lista de las víctimas que murieron en el tiroteo.

Aunque la visita del ejecutivo blindó la frontera, manifestantes se apostaron frente al hospital que visitó el Presidente.

Antes de llegar a El Paso, Donald Trump visitó la ciudad de Ohio, donde críticos y detractores lo acusaron de inflamar las tensiones con una retórica racista y anti inmigración.

Trump se reunió con sobrevivientes y personal de emergencia en el Miami Valley Hospital de la ciudad de Dayton, donde murieron el sospechoso que abrió fuego contra una multitud en la madrugada del domingo y nueve víctimas.

Las dos masacres, que ocurrieron con una diferencia de apenas 13 horas, reabrieron el debate nacional sobre la tenencia de armas y llevaron a manifestantes a pedirle a coro al gobernador de Ohio, el republicano Mike DeWine, “¡Haga algo!” durante una vigilia para las víctimas.

 

Frase

“Puedo decirles que no hay voluntad política en este momento. Pero ciertamente lo intentaremos. Hay un enorme apetito para reforzar los chequeos de antecedentes (para comprar armas)”
Donald Trump

De nuevo, dos falsas alarmas

Una alta sensibilidad a eventos de violencia con armas aún permea en todas las regiones de Estados Unidos.

La sede del diario estadounidense USA TODAY fue desalojado luego de que la Policía detectó la presencia de un hombre armado en los alrededores del edificio, ubicado en McLean, Virginia.

Las alarmas del edificio sonaron luego de que elementos con armas de alto poder llegaron a las instalaciones del rotativo, rodearon el área, al tiempo que helicópteros sobrevolaron la zona.

La policía del Condado de Fairfax señalo por medio de un tuit que se estaba respondiendo a los informes sobre la presencia de un hombre armado en el interior del edificio, pero no dieron más detalles.

En tanto, cientos de personas abandonaron corriendo Times Square de Manhattan la noche del martes, por miedo a un supuesto tiroteo.

Tras recibir varios avisos, Policía neoyorquina pidió por Twitter no sucumbir al pánico y explicó que se trataba de una falsa alarma provocada por el ruido generado por el tubo de escape de una motocicleta.

Un video grabado desde un hotel ubicado directamente sobre esta intersección grabó la estampida. En la grabación se puede ver a decenas de personas corriendo despavoridas mientras invaden los carriles de los autos o huyen por calles laterales.

 

El FBI llama a permanecer alerta por ataques

Ante los ataques armados en distintos estados de Estados Unidos, el Buró Federal de Investigación (FBI) llamó a la ciudadanía a permanecer prevenidos.

“El FBI continúa preocupado de que los extremistas violentos con base en Estados Unidos puedan ser inspirados por estos ataques de alto perfil a involucrarse en actos similares”, indicó la agencia.

“Solicita a la ciudadanía estadounidense reportar a las autoridades cualquier actividad sospechosa que sea observada tanto en persona como en línea”, añadieron.

Chris Wray, director del FBI, solicitó a oficiales de alto rango evaluar los riesgos respecto a tiroteos masivos.

LEG