Las actividades en el Metro de la Ciudad de México, que a diario transporta a millones de personas en sus 12 líneas, no se detienen una vez que, a la medianoche, se cierra el acceso al público; es entonces cuando entra en acción el personal de mantenimiento, que recorre las vías para realizar las reparaciones correspondientes a bordo de un autoarmón.

Luego de que en redes sociales circulara la imagen de uno de los autoarmones del Sistema de Transporte Colectivo (STC), al que los usuarios denominaron “Metro bebé”, 24 HORAS recorrió las instalaciones del Taller Zaragoza del Metro, de donde, por las noches, parten algunos de estos vehículos para trasladar personal, piezas o materiales a las Líneas 1, 2, 4 y 5.

Actualmente, el Metro cuenta con 16 autoarmones, cuatro de ellos en el Taller Zaragoza, con una capacidad de seis pasajeros más el conductor; además de que puede empujar o jalar plataformas con materiales mediante un motor a diesel de cuatro cilindros refrigerado por agua, pues no utiliza la energía de las vías del Metro.

 

“Este vehículo se usa en las noches, cuando los trenes dejan de circular, cortan corriente (pasando la 1:00 horas); no hay energía en la barra y estos vehículos llegan autopropulsados por su motor a diesel”, explicó a este diario Jorge Arroyo López, subcoordinador de Vías de la Linea 5 y del Taller Zaragoza.

Aseguró que el mantenimiento nocturno en los túneles varía dependiendo de las necesidades de cada estación, pero los más comunes se realizan en los cambios de vías, además de la sustitución de balasto (piedras que soportan los durmientes), corrección en la nivelación y en el trazo, así como sustitución de piezas.

Características
Autoarmón Robel 56.27
Origen: Alemania
Velocidad: 60 km/hora
Peso: 5 toneladas
Medidas 5.22 metros de largo por 2.34 metros de ancho

LEG