El microscópico crecimiento (0.1%) de la economía nacional en el segundo trimestre del año fue festejado en el Gobierno como si se hubiera dejado de pagar la deuda externa.

No hay recesión, técnicamente, pero tampoco es que la economía del país esté “requetebién’’, vamos, ni siquiera se puede decir que bien.

Y es que a pesar de los crecimientos magros en algunos sectores de la economía, la incertidumbre jurídica y el subejercicio siguen siendo los principales fantasmas que ahuyentan la inversión pública.

El presidente López Obrador se ha reunido con los miembros del Consejo Coordinador Empresarial y con los integrantes del Consejo Mexicano de Negocios.

En ambos encuentros ha habido compromiso de invertir decenas de miles de millones de dólares para reactivar la economía.
Si estas promesas se hubieran cumplido, el crecimiento económico no sería microscópico, como lo fue en el segundo trimestre.
Pero la iniciativa privada ha frenado sus inversiones.

En cualquier plática de café se puede escuchar que el principal motivo es la incertidumbre, la desconfianza sobre lo que puede hacer el Gobierno.

Si el Gobierno comienza a soltar el gasto –el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, reconoció un subejercicio de 174 mil millones de pesos de enero a la fecha-, quizá los empresarios lo puedan interpretar como una señal para destrabar inversiones.

El desempleo se ha incrementado, los periodos para volver a encontrar trabajo se han alargado dramáticamente, los sueldos -en el mejor de los casos- se han mantenido sin movimiento y en el peor se han reducido.

Hay datos macro que pueden mitigar el optimismo desbordado por el crecimiento de 0.1% de la economía.

Esos datos, sin embargo, no merecen la atención oficial por el momento.

Hay que celebrar que les falló el cálculo a los “agoreros de la recesión’’ y festejar que peor es nada.

Qué bueno que Arturo Herrera aplicó medidas urgentes para inyectarle capital a la economía, a pesar de que su jefe lo siga contradiciendo, un día sí y otro también.

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Aunque Porfirio Muñoz Ledo quiere continuar presidiendo la Cámara de Diputados, hay un acuerdo entre el coordinador de los legisladores de Morena, Mario Delgado, y el coordinador de los diputados del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, para respetar la rotación del puesto.

Delgado quiere respetar su palabra y que sea el PAN el partido que presida la Mesa Directiva a partir del 1 de septiembre.

Pero tanto Delgado como Romero Hicks se enfrentan a la dura posición de Muñoz Ledo, que ya le agarró gusto a la campanita y cabildea para mantenerse en el cargo.

Delgado y Muñoz Ledo no han tenido la mejor relación, pero se han logrado sobreponer a sus desencuentros.

El cálculo que se hace al interior de la bancada de Morena es qué tanto le puede pesar a Delgado ceder la Mesa Directiva en su carrera por la presidencia nacional de su partido.

Ya se verá.

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TV Azteca, que dirige Benjamín Salinas, celebrará mañana sus primeros 26 años.

En un contexto de mayor competencia por las audiencias y el mercado publicitario, TV Azteca se ha reinventado y renovado sus contenidos tanto de entretenimiento como de información.

Benjamín Salinas se reunió con trabajadores, directivos, anunciantes y colaboradores de la televisora y reconoció la dedicación y el esfuerzo que todos han puesto para engrandecer a TV Azteca.

“No hay recetas mágicas, sólo hay trabajo y esfuerzo, y eso es lo que hacemos todos los días”, dijo.

Felicidades.