En la jornada 2 el Guadalajara logró un triunfo muy importante que le permite respirar profundamente y estar listo para una larga lucha de dos torneos cortos para salir del no descenso o se puede denominar, evitar pagar la cuota de no perder la categoría.

La victoria lo ayudó en muchos aspectos. Ganar a un favorito como es Tigres, rompiendo una muy mala racha, ganar de local, ante una gran entrada fortalece a todo el plantel en lo anímico.

El triunfo libera la presión e incluso espanta a los que ya tenían el substituto de Tomás Boy. Más de dos candidatos tenían lista la maleta para viajar a la tierra del Rebaño Sagrado.
No quiero decir que aseguró terminar la temporada, pero si que tiene algunas semanas más para trabajar y ponerle su sello a la salvación.

Por cierto, esta victoria rescató al Tomás Boy que conocíamos. Explotando en la banca, con su carácter contagiando a sus jugadores. No aplaudo su bronca, pero así es él, y parecía dormido en una banca donde se extrañaba y necesitaba de sus arranques.

Briseño es otro que regreso. Ese capitán de la sub 17, con un carácter que lo saca adelante, liderando junto a Oribe a jugadores que parecían sin motivación para sacar una nave que está a la deriva.

Hasta Pulido se rescató. Volvió al manchón de penal con carácter y marcó demostrando que puede salir adelante y dando una estocada definitiva a esos Tigres del Tuca con los que tanta bronca le provoca su historia.

El primer paso está dado por Guadalajara, la salvación está muy lejos aún, el siguiente escalón es Puebla, donde no puede haber exceso de confianza. Me parece que a la Copa MX la podrán tomar como preparación y recuperación de jugadores.

Camino difícil, pero con la determinación mostrada podrán salir adelante. Sigo pensando que dos jornadas no nos pueden asegurar nada en el torneo. Prefiero esperar al término de la quinta fecha para ver una realidad. Pero a Chivas le urgía este triunfo, repito, si lo aprovecha, puede pelear contra los de abajo y darle a sus fieles seguidores esperanzas.

La pretemporada.

Creo que la pretemporada es una etapa donde los resultados pasan a segundo término. Que el ponerse a punto para arrancar un torneo e iniciar la curva de desarrollo deportivo del plantel es lo importante.

Sin embargo, algunos no se pueden dar el lujo de descuidar tanto las cosas en cuanto al resultado, porque equipos como el Real Madrid no puede ser sarandeado como le sucedió contra su odiado Atlético de Madrid.

La grandeza obliga y Real Madrid y sus jugadores lo hicieron, y ahora desde antes del torneo ya cargan con una muy pesada presión sobre sus hombros. Nada está escrito y podrían tener una gran temporada, pero por lo pronto, sus aficionados y rivales saben que los merengues ya van perdiendo por un descuido increíble.

Vi al Betis de pretemporada, de muy bajo nivel, perdiendo ante el Puebla, pero no pasará de una anécdota. Lo que no sucede con los grandes y eso se paga. Veremos si Zidane y compañía pueden corregir el rumbo.