De enero a mayo de 2019 se registró una caída del 21 por ciento, comparado con el mismo periodo del año pasado, en la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en alimentos calificados como “chatarra” (no básicos con alta densidad calórica), mismo que fue establecido en 2014.
Gracias a este impuesto, en lo que va del año, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) recaudó 9 mil 112 millones de pesos, es decir 2 mil 400 millones de pesos menos con respecto a 2018. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dio a conocer que la recaudación de este impuesto aumentó 41.4% en 2015, 1.8% en 2016, 2.4% en 2017 y 36.8% en 2018.
Lejos de que estos resultados sean parte de un logro en beneficio de la salud del consumidor, al cumplir con su objetivo primordial de reducir los índices de obesidad en la población de México, todo indica que la reducción en la recaudación del IEPS no se trata de un reflejo en la disminución de la compra de alimentos chatarra por parte de los mexicanos, sino a la ineficiencia de los servidores públicos.
Guillermo Mendieta González, presidente de la Comisión de Auditoría Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, dijo que “la caída se explicaría por el cambio de administración, en donde ahora los encargados de revisar la recaudación estén aún en un proceso de aprendizaje para lograr obtener los recursos” y añadió que el recorte de personal de las dependencias también influyó negativamente.
Para Manuel Toledo, socio de Proactive Tax & Legal, una firma integrada por contadores públicos y abogados con más de 30 años de experiencia en la materia fiscal y de negocios, “no se han visto beneficios, los productos se siguen consumiendo. Evitar el consumo no debe hacerse de lado de los impuestos, sino del lado de la salud”.
Incluso, en mayo el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Alfonso Ramírez Cuellar, indicó que existe una propuesta para aumentar el IEPS a las bebidas azucaradas, las bebidas alcohólicas, comida chatarra y cigarros, lo que, aparentemente, ya no es una medida que procure la salud de la población, sino una medida para compensar los gravámenes que no se han podido recaudar.
fahl