Las finales de la temporada de jai alai en el Frontón México, realizadas ayer, convocaron a algunos políticos aficionados a este deporte, y que hace un año contendieron en las urnas por distintos puestos de elección.

En las gradas se dejaron ver los candidatos de la entonces colación Todos por México que disputaron la Presidencia de la República, José Antonio Meade, así como la jefatura de Gobierno, con Mikel Arriola.

Quién robo la atención fue el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, quien disputó, junto con su hermano Ángel, un set a 20 puntos que perdieron por 13 tantos en media hora de juego.

Esquivo durante el calentamiento y al final de su juego, no respondió a peticiones de entrevista con los medios de comunicación.

“Haremos lo posible para que los atienda al final del evento”, expresó personal del lugar.

Sin embargo, seguridad del establecimiento confío que el propio equipo de Blanco dio instrucciones de que nadie debía acercársele al gobernador ex estrella del fútbol nacional.

Rafael Mercadante, quien junto con Pantxo Chez derrotaron a los Blanco, mencionó que el mandatario de Morelos es buen jugador, a pesar de ser un deporte complicado.

“Su papá y mi papá jugaron juntos, y es un gusto ahora jugar con él” expresó el pelotari, quien minutos después reclamaba por la pérdida de unas pulseras que había dejado en la zona donde solo accedían los jugadores y poco personal del Frontón.

En tanto, Meade, acompañado de su esposa, agradeció los saludos y aceptaba retratarse con quien se lo pidiera.

“¿Es para hablar de jai alai?, sino, no”, respondió sonriendo el ex candidato al solicitarle uno minutos para conversar.

Arriola en cambio, hizo un balance de la situación en la capital y consideró que se ha hecho un desastre en lo económico y en seguridad.

“Esta administración nos sorprendió porque era imposible que lo hicieran peor que Mancera, pero lo está haciendo”, dijo.

LEG