Incumplir con los permisos ambientales en la construcción de la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía constituye “una irresponsabilidad institucional” sin precedente y, al mismo tiempo, demuestra que el poder está cada vez más concentrado en las manos de un solo hombre.

 

Así lo afirmó el vocero de Acción Nacional, Fernando Herrera Ávila, quien subrayó que su partido respalda la decisión del Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa que ordenó suspender las obras de Santa Lucía, precisamente por falta de estudios de impacto ambiental.

 

Asimismo, externó la desconfianza en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), pues su nuevo titular es un fanático del presidente López Obrador.

 


Se sabe, agregó Herrera Ávila, que desde Semarnat se ejercen fuertes presiones contra la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) para que otorgue los permisos ambientales para las obras capricho del presidente, como son el aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya.

 

No sería extraño, agregó, que el gobierno genere “estudios patito” con tal de cumplirle los caprichos al presidente López Obrador, el cual concentra, cada día, más poder en sus propias manos, como se acaba de demostrar con la renuncia inducida del presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

 

Como los derechos humanos, el medio ambiente vive malos tiempos pues todas las acciones políticas y administrativas están encaminadas a cumplir la voluntad de un solo hombre, el presidente de la República, y eso no es bueno para nadie, ni para el medio ambiente ni para el país, concluyó.

gac