La Arquidiócesis Primada de México dijo que uno de los caminos requeridos por el ser humano y esenciales para su crecimiento, independientemente de la situación histórica o de la latitud geopolítica, es la reconciliación, pero que no se debe caer en la burda tentación de manipularla a capricho, de utilizarla como mero adorno retórico para hacer más vistoso el disfraz populista, o de enarbolarla con fines hipócritas.

 

“Quien deje la reconciliación en el plano de ‘borrón y cuenta nueva’, o quien la establezca como escenario libre de otros actores para su lucimiento personal o de grupo, o quien pida paz cuando se ha pasado años polarizando o provocando violencia –velada o explícita- sencillamente provocará la duda”, expresó.

 

En su editorial del semanario Desde la fe: Reconciliación; la iglesia católica de México señaló que la reconciliación no puede quedarse en anhelo romántico de una transformación autorreferenciada o de movimientos de tablero que ignoran la estrategia del competidor.

 

“¿Cómo se puede promover la auténtica reconciliación cuando la salida fácil para las responsabilidades asumidas es acusar de todo problema a los de atrás?, ¿Es serio decir que se ofrece la mano para reconciliar cuando se descalifica, se denigra o se borra todo lo hecho por generaciones anteriores?, ¿Qué pacifismo superficial o simulado es el que inspira una reconciliación que sigue haciendo de cada debate una ocasión para ganar popularidad?”, refiere la editorial.

 

La Arquidiócesis de México, encabezada por el cardenal Carlos Aguiar Retes, indicó que reconciliar es dar reconocimiento también a los “otros” y defender la dignidad de todos.

 

“Pongamos bases para una reconciliación en serio. Un buen principio consistirá en aceptar el propio error y en abrirse a la capacidad de corrección. Y las opiniones superficiales, sencillamente habrá que dejarlas muy lejos”, concluye el texto.

 

 

fahl