Foto: Diana Benítez HUMANIDAD. Felinos han habitado el Palacio Nacional al menos desde hace 25 años.  

Panda, Gandalla, Simón, Princesa y Espirulino (el más chiquito) son algunos de los 19 gatos que bien podría tildárseles de fifí o virreinales, pues habitan Palacio Nacional, como lo han hecho otros mininos al menos desde el sexenio de Ernesto Zedillo.

Sus fotos y nombres comenzaron a circular en Twitter, luego de que Carmen Hernández Lara, ex empleada de la Secretaría de Hacienda, dependencia encargada de la administración del recinto, denunció, bajo el hashtag #ConLosGatosNo, que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador pretendía sacrificarlos.

A dos días, y luego de que ya existía un pronunciamiento de Hacienda respecto de que se les daba cuidado médico a los animales, el vocero del Presidente, Jesús Ramírez, calificó de falsa la información, en entrevista con medios de comunicación.

“Habitan y seguirán habitando Palacio Nacional; son mantenidos por personal de la Secretaría de Hacienda. La Facultad de Veterinaria de la UNAM se encarga de verificar su estado de salud”, acotó Ramírez.

“Hay un cuidado; aprecio de los trabajadores”, agregó, “y todo mundo quiere a los gatos. Hay un trato respetuoso del personal de limpieza, vigilancia y por supuesto de los funcionarios del nuevo Gobierno”.

Aclaró que la revisión médica se les da al interior de Palacio.

Hernández Lara refirió, en entrevista con 24 HORAS, que ella conoce a los gatos desde que estuvo como subdirectora de Análisis Económico de Hacienda hasta 2016; sin embargo, frecuenta a los gatos cada semana.

Al mantener contacto con empleados de la secretaría, le contaron de la intención del área de Conservaduría de Hacienda de querer mandar a sacrificar a los gatos a la Facultad.

Respecto de las declaraciones del vocero, indicó que sus contactos de Hacienda le comentaron que no han visto algún veterinario con los gatos, y permanecerán pendientes de que estén bien, y consideró positivo el que se dé el cuidado médico.

Además, contradijo el que todos los funcionarios de la nueva administración los respeten, pues hay testigos de cómo una de las 10 mujeres de la Ayudantía del mandatario pateó a Espirulino.