El consejero estatal de Morena en la Ciudad de México, Alejandro Rojas Díaz-Durán, advirtió que más allá de la sanción de la Comisión Nacional de Honor y Justicia (CNHJ) en su contra, que le suspendió tres años sus derechos partidarios, el mayor riesgo será para ese partido y el país cuando la dirigencia de Yeidckol Polevnsky haya impuesto a todos los comités estatales y municipales, e impongan esa visión autoritaria, excluyente y represora a toda la sociedad mexicana.

“Es el huevo de la serpiente de un régimen político totalitario, en donde tratarán de incorporar estos mismos criterios que me están aplicando, al Código Penal y a las leyes respectivas en el mediano plazo, para que sea el primer escalón para que después se convierta en un delito grave exponer una crítica a Morena, al Gobierno y a sus integrantes.

“Así surgen las dictaduras: lo primero que hacen es coartar y apagar la libertad de expresión, luego van por la dogmatización de las masas vulnerables y posteriormente, organizan a los ejércitos de fanáticos que se mueven a la voz de la irracionalidad política, para imponer un pensamiento único”, expuso Rojas Díaz-Durán.

El también suplente del senador Ricardo Monreal fue sancionado ayer por la dirigencia de Morena, pero hoy anunció que impugnará la resolución de la CNJH, no sólo ante los órganos internos de su partido, sino también en los Tribunales locales, federales, e internacionales, por lo que aseveró que la sentencia en su contra aún no está firme.

Abundó que la intención de la dirigencia nacional morenista es que la discrepancia y las voces discordantes o críticas sean sometidas y sancionadas por cualquier vía posible, “porque según ésta línea política autoritaria, ellos son los únicos poseedores de la verdad y quien no coincida con ella, es un traidor a su causa”.

Subrayó que la resolución en su contra viola su derecho de libre expresión, consagrada en el Artículo 8 Constitucional, ya que es criterio del Tribunal Federal Electoral la libre expresión de las ideas y la crítica dentro de los institutos políticos, siempre que no atente en contra de sus principios.

Y eso, señaló, nunca ha sucedido, pues aseguró que sus declaraciones han sido una relación de hechos que ya eran públicos, derivados de decisiones que lesionan la vida democrática de Morena.

“Es un deber de todo militante hacer cumplir los Estatutos, los cuales han sido violentados por la propia Presidenta nacional de Morena y su Nomenclatura, y cuyas acciones y decisiones se ven reflejadas en los múltiples juicios promovidos por los propios militantes y que se han interpuesto en casi todos los tribunales electorales en el país”, puntualizó.

dpc