A pesar de que ya estaba programada su salida del poder, la presión para que Theresa May deje el cargo de primera ministra del Reino Unido creció en los últimas días, y sobre todo en las ultimas horas, en coincidencia con el arranque de las elecciones europeas.

Versiones de prensa mencionaron que May presentaría su dimisión hoy viernes, mientras miles de británicos acudieron a votar la víspera en las elecciones europeas que fueron convocadas hace apenas un mes, tras el retraso del Brexit hasta el 31 de octubre.

La programada salida de May profundizará la crisis en torno al Brexit, ya que es probable que el nuevo líder británico busque un divorcio más concluyente, elevando la posibilidad de nuevos enfrentamientos con la Unión Europea.

La líder de la Cámara de los Comunes, Andrea Leadsom, renunció a su cargo por sus diferencias en el desarrollo del Brexit, lo que reavivó el temor entre los conservadores de un desastre que podría precipitar la renuncia de May.

Leadsom señaló en la carta que envió a May: “ya no creo que no nuestro enfoque cumpla con el resultado del referéndum”, al referirse a la consulta popular en la que se votó a favor de la salida del bloque comunitario, en 2016.

Ayer fue designado en sustitución de Leadsom el legislador Mel Stride, ex integrante del Ministerio de Finanzas.

En medio de la disidencia generalizada en el seno del Partido Conservador, el gobierno abandonó los planes de publicar la legislación para promulgar el acuerdo de May con la UE hasta junio.

La primera ministra tiene previsto reunirse hoy con el Comité 1922, el órgano de gobierno del Partido Conservador en el Parlamento, en medio de la creciente presión de su partido para que dimita antes de la fecha prevista.

El Comité 1922 de los conservadores se reunió el miércoles para someter a votación la propuesta de cambiar las reglas del partido para permitir que la primera ministra enfrente un voto de no confianza de inmediato.

Los resultados, en sobres sellados, se abrirán si May no acepta dimitir antes del 10 de junio próximo, según publicó la BBC de Londres.

La primera ministra sobrevivió a un voto de confianza de los parlamentarios conservadores en diciembre pasado y según las reglas existentes, no puede ser sometida a otro voto hasta diciembre de este año.

En una situación tan inestable, Reino Unido enfrenta una serie de opciones, que incluyen una salida ordenada con un acuerdo, un divorcio no pactado o un segundo referéndum que en última instancia podría revertir la decisión tomada por los británicos en 2016 de abandonar la UE.

 

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