Encargar a Pemex la construcción de la refinería de Dos Bocas es un proyecto demencial, afirmó el vocero del Partido Accion Nacional (PAN), Fernando Herrera Ávila.

 

El panista expresó que cuando un hombre concentra tanto poder y toma personalmente las decisiones más importantes, ese hombre debe responder por las consecuencias de sus actos.

 

Y ese hombre, aseveró, Herrera Ávila, es el presidente López Obrador quien ha tomado las decisiones más controvertidas y por tanto debe ser considerado como único o, al menos, como el principal responsable personal de la grave situación económica del país.

 

Recordó que para el PAN la decisión sobre Dos Bocas es tirar el dinero de los mexicanos a la basura “porque si nadie quiso entrarle es, simplemente, porque no es negocio en un mundo que va hacia las energías limpias”.

 

Dos Bocas, explicó, es el más reciente eslabón de una larga cadena de errores en materia económica, la cual empieza con la cancelación del nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México, el cual provocó una pérdida de 270 mil millones de pesos, según los cálculos más moderados de los especialistas en la materia.

 

En lugar de investigar y castigar la corrupción que según él había en la obra, el Ejecutivo decidió cancelar el aeropuerto y ligar la medida a otro error que, independientemente de sus fallas técnicas como un cerro que no vieron, tendrá consecuencias económicas negativas, el aeropuerto de Santa Lucía.

 

Asimismo, sostuvo Herrera Ávila, el Ejecutivo ha privilegiado los programas clientelares para garantizarle a Morena 20 millones de votos en las elecciones intermedias de 2021, recortando el presupuesto a las dependencias públicas y dejando de invertir en Salud y Seguridad, entre otros rubros.

 

Desde un punto de vista estrictamente económico, agregó el vocero panista, resulta obvio que es un error invertir en refinerías porque nadie en América Latina ha logrado hacerlo rentable y ante el fracaso, como ocurrió en Brasil, la paraestatal Petrobras está vendiendo un par de refinerías.

 

El Tren Maya es otro capricho del Ejecutivo, puntualizó Herrera Ávila, pero es claro que no será ningún negocio ni a mediano ni a largo plazo, por lo cual destinarle dinero público a un proyecto improductivo tendrá graves consecuencias en la economía del país.

 

En el ámbito internacional, debido a las caprichosas decisiones del Ejecutivo, México ha venido perdiendo la confianza de los inversionistas.

 

Desafortunadamente, finalizó, el futuro previsible en materia económica es bastante negro para México, después de la caída del menos 0.12% del PBI, pues la sombra de la recesión económica ya asoma en el horizonte de julio próximo.

dpc