Lo que no se mide no se puede mejorar. Esta máxima aplica en todos los sectores y destacadamente por el interés que implica el tema como prioridad a nivel local y nacional, también para la seguridad. De ahí la importancia de la denuncia.

De acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2018, 93.2% de los delitos de extorsión, fraude, robo parcial de vehículo, secuestro, robo o asalto en la calle, amenazas verbales, lesiones o robo a casa habitación no fueron denunciados.

La cifra es alarmante, ya que ni la autoridad ni la ciudadanía podemos mejorar las acciones de prevención, contención y sanción en contra de los grupos delincuenciales si se desconoce cómo operan. La llave maestra para esa inteligencia se encuentra en la denuncia.

Además de reducir la cifra negra, la denuncia permite visibilizar nuevos modus operandi y las zonas donde ocurren los hechos delictivos, pues éstos, como todo, evolucionan y los delincuentes implementan nuevas estrategias que la autoridad debe conocer para hacerles frente.

Hay muchas razones para no denunciar: de la falta de tiempo a la falta de confianza en la autoridad. La coyuntura histórica nos obliga a hacer las cosas distintas si esperamos resultados diferentes.

Exigir sin participar, demandar mejoras sin coadyuvar, es infértil. Hoy nos toca demandar a la autoridad que esté a la altura del cambio prometido, pero también comprometernos a tomar acción.

En ese sentido, desde el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México presentamos hoy un nuevo modelo de gestión de denuncias en el que trabajamos de manera coordinada con la Policía de Investigación (PDI) de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, con la que compartimos datos relevantes producto de las 26 mil llamadas que recibimos al mes en nuestras diversas plataformas de denuncia ciudadana.

Será la primera vez que los datos de la ciudadanía se sumen de manera orgánica, programática y con un claro flujo de información, que además será transparente, a las labores de inteligencia. Esto es gracias a la apertura inédita del gobierno de la ciudad y a la oportunidad de coordinación con la ciudadanía por parte de la titular de la PGJ, Ernestina Godoy, y del director de la PDI, Bernardo Gómez del Campo.

Tenemos ya resultados importantes; gracias a las denuncias ciudadanas y al intercambio de información con la Policía de Investigación se ha logrado el rescate de menores maltratados, además de que se han evitado casos de extorsión de la modalidad “gota a gota” y fraude.

La denuncia es, por tanto, una parte fundamental de la estrategia de seguridad, por ello pedimos el apoyo de la ciudadanía, queremos que confíen en las autoridades y en el Consejo Ciudadano e interpongan su denuncia.

Las marchas de ciudadanos inconformes serían convertidas en verdadera potencia de seguridad si fueran capaces de conducir las expectativas colectivas en una dirección constructiva concreta y claramente beneficiosa para la casi totalidad de los ciudadanos.

Digo “casi” porque evidentemente hay un segmento de la sociedad que vive de asociarse directa o indirectamente con hechos delictivos.

@guerrerochipres