Foto: Cuartoscuro/Archivo Este lunes 22 de abril, en la Ciudad de México entrarán en vigor las llamadas Fotocívicas  

Este lunes 22 de abril, en la Ciudad de México entrarán en vigor las llamadas Fotocívicas, programa que sustituye a las Fotomultas y pasa de un esquema de sanciones económicas a las cívicas con trabajo comunitario y capacitación para quienes infrinjan el Reglamento de Tránsito capitalino.

 

Y aunque las sanciones cambiarán, con este nuevo plan se seguirán usando los radares de velocidad y cámaras para detectar a los conductores infractores, solo que ahora habrá una escala de sanción basada en un sistema de 10 puntos que cada matrícula de automóvil tendrá en un inicio, según dieron a conocer las autoridades locales.

 

Así el automovilista que incurra en una falta de tránsito, perderá uno o varios puntos de acuerdo con la graveded de la infracción, además de que será sancionado de acuerdo con la escala y si pierde todos sus puntos deberá de cumplir 10 horas de trabajo comunitario o no podrá verificar su vehículo.

 

De acuerdo con la nueva administración capitalina, la seguridad vial es un tema prioritario, por lo que se pretende reducir el número de víctimas de tránsito mediante una cultura de movilidad fundamentada en educación y capacitación para la seguridad vial, infraestructura segura y un esquema de sanciones basado en puntos enfocado en el cambio de conductas.

 

En 2015 se introdujo un sistema de multas basado en fotografías por cámaras y radares distribuidos en la capital; la nueva propuesta busca sustituir el sistema de multas con otro que use la tecnología, pero que en el que las sanciones tengan un carácter cívico, con un esquema de puntos y trabajo comunitario.

 

Este cambio se implementará sólo para las multas de cámaras y radares. Las asignadas por parquímetros, dispositivos hand held (dispositivos portátiles manuales) y las derivadas de invadir el carril confinado se conservarán como sanciones monetarias, aunque los montos y condiciones están en revisión.

 

La Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México advirtió sobre las deficiencias que tenía el programa de Fotomultas como priorizar la recaudación en vez de la prevención, el cambio de conductas o la reducción de hechos de tránsito, además de que no se priorizaron lugares de alto riesgo y era un programa sin evaluación.

 

La dependencia capitalina refirió que en el actual sistema no se hicieron de conocimiento público los lugares donde se colocaron las cámaras y los radares; mantener su ubicación oculta evitó que el sistema tuviera efecto preventivo, en tanto que la calibración de cámaras y radares no fue certificada públicamente conforme a criterios técnicos.

 

El gobierno capitalino reconoció que el uso de cámaras y radares es un elemento tecnológico válido, siempre y cuando operen en un sistema transparente y por ello propuso un nuevo sistema preventivo y correctivo, enfocado en la transformación de conductas, no en la recaudación, el cual sea equitativo, que transforma conductas con prevención y corrección.

 

Con el nuevo sistema, las sanciones monetarias serán sustituidas por castigos cívicos, con base en un esquema de puntos asignados a la matrícula y al no depender del nivel de ingreso de los conductores, las sanciones serán equitativas y toda la ciudadanía podría cumplirlas, además de aprender de ellas para corregir sus conductas.

 

Con el nuevo sistema, enfocado en combatir, sobre todo, las faltas por exceso de velocidad y la reincidencia, que entrará en vigor este lunes, se reubicarán las cámaras y radares en puntos críticos de la ciudad, como escuelas y lugares de alta siniestralidad, para reducir riesgos y cambiar comportamientos.

 

De acuerdo con las autoridades, en este caso la tecnología se usará con estrictos controles como la certificación pública de cámaras y radares; se hará pública la información sobre las zonas donde se encuentren las cámaras y radares, para favorecer la prevención y fomentar la cooperación de los ciudadanos.

 

Se recopilarán los datos necesarios y se establecerá un sistema de monitoreo y evaluación para determinar la utilidad del programa y, de ser necesario, modificarlo para tener mejores resultados.

 

 

fahl