En medio de un torbellino informativo, que en los últimos días ha ido desde la creación de un nuevo sindicato hasta la reducción de su perfil crediticio por parte de calificadoras como Standard & Poor’s, Pemex, o la “primera empresa del país” como algunos nostálgicos todavía la llaman, enfrentará una cirugía mayor cuyo principal objetivo es recuperar la fortaleza de antaño.

Según un documento interno titulado Modificaciones a la estructura orgánica básica de Petróleos Mexicanos y sus empresas productivas subsidiarias, que cuenta con la firma del director, Octavio Romero Oropeza, y del director corporativo de Administración y Servicios, Marcos Manuel Herrería, la petrolera recortará 375 plazas y fusionará dos de sus subsidiarias: Pemex Perforación y Servicios en Pemex Exploración y Producción; y Pemex Etileno en Pemex Transformación Industrial.

El texto explica que con la reducción de los 375 puestos de trabajo se prevé generar ahorros del orden de los 549 millones de pesos, lo cual justifica al tratarse de posiciones duplicadas o por la eliminación de áreas administrativas excesivas.

La reducción de plazas se dará en las áreas del corporativo, con 35 menos posiciones, mientras que entre asesores, secretarios particulares y choferes se eliminarán 67 puestos; en tanto que dentro de las empresas subsidiarias el recorte alcanzará a 222, de los cuales 173 son secretarios particulares y choferes personales, mientras que en las áreas administrativas el ajuste se hará por 49 plazas.

La aprobación del recorte de plazas en Pemex, el cual se justifica porque se trataban de un gasto “excesivo, superfluo e improductivo, y que es necesario para liberar recursos y destinarlos a actividades que le den sustentabilidad a Pemex”, a inicios de la semana se dio a conocer el registro del sindicato “Petromex”, el cual buscará detentar el Contrato Colectivo de Trabajo de la petrolera, cuya titularidad se encuentra desde hace 80 años en el gremio que encabeza el controversial líder Carlos Romero Deschamps.

El panorama no es fácil para ambos gremios, pues en la batalla por afiliar o mantener al mayor número de trabajadores en su padrón, deberán demostrarles que son representantes reales de sus intereses, situación que necesariamente pasa por defender la permanencia de sus puestos de trabajo.

Cabe recordar que durante la gestión de Romero Deschamps, el personal sindicalizado sufrió su mayor disminución; además de que la cercanía del líder con administraciones federales pasadas no es bien vista por los protagonistas de la cuarta transformación.

Respecto de la modificación de la estructura orgánica, es decir, la fusión de las subsidiarias, la administración de Pemex pretende reforzar “la innovación e inteligencia tecnológica en la subdirección técnica de Exploración y Producción”, mientras que con la fusión de la subsidiaria de Etileno se homologarán las áreas de producción de Petrolíferos, Gas y Petroquímicos, se integrarán las áreas de comercialización y se compactará la subdirección de Proyectos.

Otro de los cambios sustanciales, según el texto, es la eliminación de la Coordinación de Asesores, así como de la Oficina de la Dirección General y se transfieren el Secretariado Técnico el Enlace Legislativo, además de que se reduce la Unidad de Control Interno Institucional: “Quedando sólo con las actividades de control interno y de acompañamiento a los procesos de contratación, coordinándose con la Unidad de Auditoría, mientras que las funciones de transparencia y del modelo basado en Administración de Procesos pasan a otras áreas corporativas”.