El país se distrae con fuegos y discursos de artificio.

Todo porque la declaración -y en el caso de la inseguridad la omisión o la incapacidad- ha sustituido la ley y su aplicación para dar vigencia al mayor vacío nacional, el Estado de Derecho.

Veamos por qué.

La Constitución no deja duda:
Carecen de valor legal cualquier consulta, sea para revocación de mandato o para tomar decisiones no contempladas en algún ordenamiento legal.

Dice el artículo 83:
“El Presidente entrará a ejercer su encargo el 1º de diciembre y durará seis años…”.

En el sexenio en curso, ese encargo comenzó el 1 de diciembre de 2018 y se cumplió con la rigidez del calendario: Enrique Peña se fue el 30 de noviembre y llegó Andrés Manuel López Obrador.

Y conforme al mandato constitucional, el sexenio terminará el último día de octubre de 2024 porque se acortó este período por las elecciones y también la toma de posesión del próximo mandatario.

Tampoco debería haber, desde el punto de vista constitucional, duda sobre la permanencia o prolongación de la estadía de Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional.

Dice el mismo artículo:
“El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo popularmente, o con el carácter de interino, provisional o sustituto, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto”.

JAMÁS HABRÁ UNA CONSULTA ADVERSA

Leído el texto, lo demás es publicidad.

No hay mucho texto constitucional para hablar sobre otros elementos.

Queda claro: una consulta popular no puede tener aplicación obligatoria para terminar con un Presidente electo para seis años y no para estar sujetos a vaivenes de la opinión social.

Ni antes ni después del sexenio.

Diferente será si, por voluntad propia o por un eventual resultado adverso –doble contra sencillo: jamás le será adverso al tabasqueño-, Andrés Manuel López Obrador decide irse.

No lo veremos, y guarden sus armas quienes quisieran ver el retiro del de Macuspana antes de tiempo.

Su control político es y será inconmensurable, pues para eso trabaja.

LUPA DE EU AL COMERCIO CON MÉXICO

1. México ya no tiene salvación.

Ha dado su venia –el viejo placet cuando la diplomacia tenía tanto sentido- para la designación de Cristopher Landau como embajador de Estados Unidos.
Sustituirá, casi un año después, a la seductora Roberta Jacobson.

Pero el señor Landau es un especialista en apelaciones, y si en algún aspecto habrá problemas con Donald Trump será en materia comercial.

Y faltan todavía las observaciones y reservas del Senado de Estados Unidos al tratado de América del Norte, cualquiera que sea su término.

2. A falta del apoyo federal, los Gobiernos estatales y municipales buscan cómo apoyar a niños, padres y sobre todo madres de familia con infantes en edad de guardería.

Pero ante la reducción de participaciones federales y estatales y la falta de captación municipal sorprende cómo el alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada, ha decidido ampliar la protección a niños pobres de uno a 17 años.

Allá se llaman Centros de Atención y Cuidado Infantil, y hasta hoy el servicio se ofrece únicamente a quienes tienen de cuatro a 12 años.

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS.