En diferentes actos terroristas, tres países de Europa sufrieron el fin de semana la muerte de 53 personas, mientras que otras 54 permanecen heridas.

El viernes en Nueva Zelanda, Brenton Tarrant, de 28 años de edad -vinculado a grupos de extrema derecha que defienden el supremacismo blanco- atacó dos mezquitas de la ciudad de Christchurch el viernes pasado y transmitió en vivo los ataques en Facebook durante 17 minutos. Él fue detenido, junto con otro sospechoso de 18 años de edad.

La familia del acusado, originario de la localidad de Grafton, ha colaborado con las autoridades en la investigación. El ataque ha dejado hasta el momento 50 personas muertas, de las cuales han sido identificadas al menos 26; y otras 48 heridas, de acuerdo con las autoridades.

La primera ministra de ese país, Jacinda Ardern, anunció ayer que su Gobierno reformará la Ley de Armas. Aseguró que su gabinete está unido respecto a la reforma legal acordada “en principio”, y cuyo contenido se dará a conocer antes de una reunión del Ejecutivo en los próximos días.

“Los neozelandeses cuestionan la alta disponibilidad de armas semiautomáticas”, dijo Ardern, quien evitó precisar si la reforma incluirá la prohibición del tipo de armas utilizadas en el atentado.

La reforma no estará dirigida, precisó, contra los propietarios de armas, en especial en zonas rurales, pero alentó a los que tengan armas en casa a entregarlas a la Policía.

El Gobierno de Nueva Zelanda acordó celebrar un acto a nivel nacional en memoria de las víctimas.

En un segundo hecho, la policía de Holanda arrestó ayer a Gökmen Tanis, de 37 años de edad y oriundo de Turquía, como sospechoso del tiroteo contra un tranvía en la plaza 24 de Octubre, al oeste de la ciudad de Utrecht, que causó tres muertos y cinco heridos, tres de gravedad.

Un portavoz de la policía dijo en una rueda de prensa que se detuvo al sospechoso, pero se abstuvo de confirmar los motivos del tiroteo. El vocero de la Fiscalía señaló que no se descarta el móvil terrorista.

En un tercer acontecimiento, la policía inglesa investiga un caso de apuñalamiento en un intento de homicidio fallido con indicios de terrorismo “inspirado por la extrema derecha” ocurrido en Stanwell, en la región de Surrey, al sur de Inglaterra, durante la noche del sábado.
Por la noche, la policía fue alertada de que un hombre de unos 50 años se comportaba agresivamente con un bate de béisbol y un cuchillo y gritaba comentarios racistas.

Posteriormente, se informó que un joven de 19 años había sido apuñalado. La policía cree que el sospechoso del asalto es el hombre cuyo comportamiento agresivo fue denunciado.

El jefe de la policía antiterrorista del sureste del país, Neil Basu, declaró que siguen investigando.

La víctima se encuentra hospitalizada, pues sufrió lesiones que amenazaron su vida. El detenido se encuentra actualmente bajo custodia.

LEG