La oposición venezolana y sus aliados internacionales han tenido un papel esencial en el juego de ajedrez que representa la batalla contra la dictadura de Nicolás Maduro.

El Presidente de Colombia, Iván Duque, visitó ayer los principales puentes fronterizos con Venezuela, un día después de que Maduro bloqueó el ingreso de alimentos y medicinas.

Los violentos enfrentamientos del fin de semana con uniformados en el límite con Brasil dejaron al menos tres víctimas fatales. También decenas de personas resultaron heridas en los choques en el suroriente de Venezuela, cuando manifestantes presionaban por el ingreso de la asistencia.

“Una dictadura que es capaz de quemar medicamentos y alimentos para atender a las personas indefensas en su territorio es la demostración más grande de la brutalidad que está dispuesta a cometer para preservar el poder”, expuso Duque ante periodistas.

El Grupo de Lima analizará hoy en Bogotá lo sucedido, en un encuentro en el que participará Juan Guaidó, proclamado Presidente encargado de Venezuela en enero y quien ha recibido el abierto reconocimiento de Estados Unidos y de varios países de América Latina y Europa.

“Aquí estamos, venimos a Colombia por ayuda para nuestro pueblo, un pueblo que resiste e insiste en buscar la democracia y la libertad”, expresó Guaidó al arribar a Bogotá.

Al encuentro acudirá también el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien adelantó que anunciará “pasos concretos y acciones claras” para enfrentar la crisis.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, fue más contundente: advirtió que los días de Maduro “están contados”, y condenó el uso de la fuerza para impedir la llegada de la ayuda humanitaria.

“Tenemos muchas esperanzas de que en los próximos días y semanas y meses, el régimen de Maduro comprenderá que el pueblo venezolano le tiene sus días contados”, dijo entrevistado por la cadena CNN.

Condena la ONU

La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, condenó los hechos violentos acaecidos en Venezuela. En particular, el uso excesivo de la fuerza empleado por las fuerzas de seguridad que dejaron al menos cuatro muertos y más de 300 heridos el fin de semana.

“Se ha disparado a personas, y algunas han muerto, hay quien ha recibido heridas de las que nunca se recuperará”, dijo Bachelet.

“Son escenas deplorables”, agregó, “el Gobierno venezolano debe obligar a los cuerpos de seguridad a dejar de emplear el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes desarmados”

LEG