Foto: Especiales Los niños de la categoría de ocho años fueron los primeros en desprender las primeras brazadas en el río con la corriente a su favor  

Una mañana en Morelos con una ausencia de sol del Astro Rey como habitualmente se presenta la mayor parte del año en los primeros instantes de actividad, no mermó los ánimos de los competidores ni de sus familias ahí presentes.

 

En punto de las nueve horas de este sábado, arrancó la competencia entre las distintas escuelas que el Profesor Nelson Vargas ha puesto a disposición de los jóvenes mexicanos.

Previamente la convivencia entre los visitantes puso el buen ambiente para adentrarse de lleno en la competencia, que, ahí mismo, no se perdió la camaradería entre los nadadores.

 

Un agua cristalina que desprendía un hálito veraniego comenzó a mezclarse con la adrenalina de los competidores para condensarse y esparcirse por todo el lugar.

Los niños de la categoría de ocho años fueron los primeros en desprender las primeras brazadas en el río con la corriente a su favor.

 

Diego Arias fue el primer nadador ese toda la jornada en llegar a la meta. Una ventaja de al menos tres metros sacó respecto a su más cercano perseguidor para hacerse del primer lugar y de los gritos de las familias que nunca dejaron de alentar.

Así prosiguieron las oleadas de competidores. La categoría 9-10 continuó y después los jóvenes de 11-12, 13-14, 15-16 y 17-18. La categoría que más edad abarcó fue la de 19-24.

 

La llegada a la meta fue una explosión de emociones que elevó la temperatura y le dio a los competidores a dar el último esfuerzo para alcanzar el punto final.

El cansancio era evidente en cada uno de los chicos que salía del agua, aunque ese inagotable fuente de energía que emana en las edades tempranas y aún nos preguntamos qué la produce, los dotó de más vida para continuar con la convivencia en familia.

 

La parte final tuvo a los más grandes en competencia. Las personas con más años de vida compitieron, peto contra ellos mismos. Nos mostraron que en esa etapa de la vida no se trata de ganar una carrera, sino de disfrutarla.

 

El Desafío Las Estacas nos despide con una gran experiencia que ya espera ser reeditada en 2020. Por cierto, nos vamos de Morelos con el sol a plenitud y el calor que caracteriza a la Ciudad de la Eterna Primavera.

 

 

jhs