Foto: Daniel Perales El presidente de la Corte, Arturo Zaldivar, le entregó a Luna Ramos un reconocimiento  

“Estoy convencida de que el quehacer que realiza la Suprema Corte es fuente de estabilidad, armonía y paz social; sin embargo, la democracia no puede sostenerse en los pilares de una sociedad desigual, florece en donde la libertad se reconoce, no como la ausencia de cadenas, sino como un horizonte de oportunidad para hombres y mujeres”, expresó la ministra de la Suprema Corte de Justicia (SCJN), Margarita Luna Ramos, quien concluyó su periodo en el máximo tribunal de la nación.

En la ceremonia conjunta entre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el Consejo de la Judicatura Federal, El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) con motivo de la conclusión de su encargo como ministra del máximo tribunal de la nación.

En el salón de plenos de la SCJN, Luna Ramos destacó que fue testigo de la consolidación del organismo como un auténtico Tribunal Constitucional.

La ministra Norma Lucia Piña Hernández habló no sólo de la larga trayectoria de la ministra, en la que destacó sus aportaciones en materia de género, sino también de sus méritos como madre y compañera.

“Su legado es palpable en diversas sentencias y en su intensa labor para consolidar en toda la República mexicana las perspectiva de género en los órganos de impartición de justicia y en sus resoluciones”, expresó.

Entre los asuntos trascendentales que fueron puestos a discusión bajo su ponencia, entre los que destaca, el respeto al derecho de la igualdad y no discriminación resultaba violatorio como causal legal de retiro de los miembros de las Fuerzas Armadas, la inutilidad basada en la cero positividad a los anticuerpos contra el VIH.

Al término de la ceremonia solemne, el presidente de la Corte, Arturo Zaldivar, le entregó a Luna Ramos un reconocimiento con el cual enmarcó la despedida de la ministra por su 15 años al servicio del Poder Judicial.

 

DAMG