foto: especial Serrano apuntó que las empresas mexicanas han comenzado a modificar sus fuentes de financiamiento, lo que significa que han reducido su endeudamiento en el ámbito internacional, para así, favorecer el crédito que otorga la banca mexicana  

El crédito al consumo en 2018, tuvo una desaceleración en comparación con el 2017, ya que sus tasas de crecimiento promedio reales bajaron a 2.1% al cierre del año pasado, desde un 3.7% que se reportó en 2017, informó Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer.

En conferencia de prensa, el titular economista del banco más fuerte de México, informó que este resultado obedece a la contracción del salario real que se registro a lo largo de 2017 y ademas, de un menor ritmo de crecimiento del personal ocupado en los sectores económicos que comenzó en el segundo semestre del 2018.

 

“Los efectos de estas dos variables sobre la calidad de la cartera de crédito se hicieron sentir principalmente en la primera mitad del 2018, pero la señal positiva es que el deterioro de la calidad de la cartera de crédito al consumo empezó a contenerse y revertirse en la segunda mitad del año”, dijo Mariana Torán, economista de Bancomer al presentar el informe Situación Banca.

 

Por su parte, Serrano indicó que la contención en la baja del crédito al consumo en el segundo semestre del año, es debido a que después de las elecciones del 1 de julio, la confianza del consumidor “se colocó en niveles históricos”.

 

Sin embargo, aceptó que las postura restrictiva que mantiene el Banco de México (Banxico), en materia de política monetaria y por ende, de tasa de referencia, que se encuentra en un nivel de 8.25%, la tasa más alta de la década, si ha infringido para que el crédito al consumo tenga una desaceleración.

 

En tanto, el economista jefe de BBVA Bancomer, indicó que el crédito bancario al sector privado incrementó de manera modesta al cierre de 2018, ya que creció de forma real 6.7%, ligeramente por encima del 6.4% observado en 2017, y precisó, que esto se debió al crédito que la banca brindó a las empresas.

 

Así mismo, apuntó que las empresas mexicanas han comenzado a modificar sus fuentes de financiamiento, lo que significa que han reducido su endeudamiento en el ámbito internacional, para así, favorecer el crédito que otorga la banca mexicana.

 

“Aunque se ha observado un incremento en el ritmo de expansión en el crédito bancario interno denominado en moneda extranjera, esta exposición no representa un riesgo para el sistema bancario mexicano”, consideró Carlos Serrano.

 

TFA