Le bastó pasar unos días en Venezuela, hombro con hombro con Juan Guaidó, para que su visión sobre el país sudamericano virara sin retorno.

“Lo que se escucha es real, hay carencias, un desbalance total en la economía”, narra Arturo Islas, comunicador y ambientalista, quien vio desde la primera fila el día a día del político de 35 años.

Del proclamado presidente encargado resalta su pasión y compromiso: “se ha mostrado con profesionalismo, y eso da confianza”.

Pero, sobre todo, admira que lidere un movimiento en las condiciones que hoy en día permean en Venezuela.

“Vi un tipo muy humano, con los pies en la tierra, y si por algo puedes llegar a generar admiración es porque para hacer lo que él está haciendo en Venezuela se necesitan muchos pantalones”, expresa el también actor y conductor.

Sin querer tomar partido por un bando o tomar una postura política, Islas lo simplifica:

“La falta de medicinas no es algo político, es algo inhumano”, agrega, “me lo decían los doctores afuera de los hospitales. La forma en que se ha gobernado no es una forma en la que los seres humanos merezcamos vivir”.

Un ejemplo clave: el salario mínimo mensual de miles de venezolanos es de 6 dólares, pero un pollo rostizado cuesta 15 dólares.

Para la memoria del viajero queda como trabaja la prensa en barrios como Petare, considerado uno de los más peligrosos y pobres de Latinoamérica, donde predomina el miedo.

LEG