Cientos de venezolanos desesperados se preguntan cómo podrán acceder a la ayuda humanitaria que debería llegar a través de la frontera con Colombia, luego de que fuera bloqueado uno de los cruces fronterizos para impedir el ingreso de la asistencia.

 

A pesar del hambre generalizada y la escasez de productos básicos en Venezuela, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, rechazó la ayuda de Estados Unidos después de que Washington reconoció al líder opositor Juan Guaidó como el legítimo gobernante de la nación petrolera.

 

Mirando a través de una cerca metálica que limita el ingreso al posible sitio en el que se recopilaría la ayuda humanitaria que varios países enviarán a Venezuela, Yesica Leonett busca información sobre cómo podrán acceder a las donaciones los cuatro hijos que tuvo que dejar en su pueblo.

“Sería una alegría muy grande que le llegue esa ayuda a mis hijos, y que se vaya Maduro sería una alegría mayor”, sostuvo Leonett, de 31 años y que se vio obligada a migrar con su hijo de dos años en busca de trabajo a Cúcuta. “La gente necesita la ayuda, mis hijos llegaron a comer la concha (cáscara) del plátano sancochada, desmechada como si fuera carne”.

 

La policía que proporciona seguridad en el lado colombiano del puente dijo a Reuters que ha habido un gran número de venezolanos preguntando cuándo y dónde se entregará la ayuda.

“No hay mucho qué decirles porque nosotros no tenemos esa información, a veces se desesperan pero no podemos hacer nada, es triste”, dijo un patrullero ubicado a pocos metros del punto de migración colombiana en la frontera.

 

Colombia ha recibido más de 1.1 millones de venezolanos, con un cálculo de 3,000 ingresando por día. Las proyecciones del gobierno alcanzan los 4 millones para 2021 si la crisis en Venzuela no se resuelve, una percepción que sigue latente en muchas personas.

 

“Yo quisiera creer que este es el comienzo de una nueva Venezuela, pero ya he visto tantos intentos de la oposición que han fallado, que prefiero no hacerme falsas esperanzas”, dijo con voz temblorosa Carmen Pérez, una anciana de 67 años mientras se acercaba a un camión a comprar huevos para llevar de regreso a su casa en Venezuela.

 

 

Cabe señalar que la escasez de alimento y medicamentos han propiciado la venta clandestina de estos, incluso se visto a personas vendiendo dulces y medicinas en las calles.

 

gac