El periodismo y la comunicación social, o la combinación de ambos oficios, han dejado a nuestro país personajes emblemáticos. Uno de ellos fue Amado Treviño, jefe de prensa de múltiples oficinas en las décadas de los sesenta y setenta. Siempre afable, ingenioso y generoso con sus pares, este viejo comunicador es recordado, entre muchas cosas más, por las frases que acuñó, fruto de una larga carrera.

“¿Quieres hacer a un pendejo periodista? Sólo dale una grabadora”, decía, entre risas, a sus amigos en la intimidad de interminables sobremesas que, en esa época, eran la mejor escuela de comunicación. La aseveración cobra vigencia hoy más que nunca.

En un triste espectáculo ocurrido esta semana en la conferencia mañanera del presidente López Obrador, irrumpió un personaje que muchos creíamos en el olvido. Nino Canún, conductor de radio y televisión que cobró fama en los ochenta, sorprendió por las aseveraciones hechas frente al primer mandatario.

Sin que nadie lo solicitara y carente de prueba alguna, Nino Canún aseguró que, en 2006, el entonces presidente Fox y quien fuera presidente del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde, habrían fraguado, en su presencia, un supuesto fraude para hacer vencedor de las elecciones de ese año al panista Felipe Calderón. Una más: que el entonces Presidente electo, Enrique Peña Nieto, lo habría visitado en 2012 en su propia casa para pedirle que aceptara el cargo de director general de Comunicación Social de la Presidencia de la República. Su rechazo a dicho ofrecimiento sería el motivo de un supuesto veto que, hoy, con la cuarta transformación, habría concluido.

Para quienes conocen el mundo de la comunicación social, resulta impensable que Enrique Peña Nieto hubiese buscado separarse de David López, quien venía acompañándolo en los últimos años en la operación de medios. De todos es sabido que el sinaloense fue uno de los artífices de la creación de Peña como figura mediática, uno de los pilares que lo llevaron a la victoria electoral hace seis años.

Lo que pocos saben es que Enrique Peña y su equipo de comunicación rompieron vínculos con Canún desde su llegada al Gobierno del Estado de México, en 2005. David López no cedió a los chantajes que, desde los micrófonos de Grupo Radio Centro, ejercía el conductor en contra de la oficina del mexiquense. Tras no responder a las exigencias económicas del periodista, los lazos fueron rotos desde ese entonces.

Nino Canún cruzó las puertas de Palacio Nacional para contar historias que sólo en su imaginación existieron. La culpa no es de él, sino de quien devolvió la grabadora al polémico comunicador.

Segundo tercio. La cancelación del nuevo aeropuerto y la estrategia contra el robo de combustibles son dos de los factores internos que afectarán la confianza de los inversionistas. Esto tendrá un impacto negativo en el desempeño de la economía, consideró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado en su análisis semanal.

Tercer tercio. Contraste: en el sexenio pasado no se generó ninguna huelga en México. Los paros en más de 40 maquiladoras que le explotaron al actual Gobierno provocaron que 15 empresas decidieran salir del país. Y llevamos un mes.