Luego de que el pasado 18 de enero se registrara la explosión de una toma clandestina en un ducto de Pemex en Tlahuelilpan, Hidalgo, se dejó un saldo de más de cien fallecidos, los cuales hasta el momento no todos han sido identificados.

 

Por ello, la Procuraduría General de Justicia del estado de Hidalgo tomó muestras sanguíneas de familiares de los desaparecidos para poder identificar los cuerpos. Sin embargo, de acuerdo con información del sitio de noticias Plumas Atómicas, se tomaron muestras de sangre de cónyuges en vez de familiares directos, lo cual resulta un error, pues entre estos no hay ninguna relación en el ADN.

 

Han pasado 12 días del incidente y decenas de cuerpos continúan sin ser identificados. Al respecto, el procurador estatal, Raúl Arroyo González, reconoció que existe un error en la toma de muestras de ADN, pues éstas debieron aplicarse a parientes consanguíneos, como hijos, padres o hermanos.

 

Debido al error, las pruebas tendrán que volver a realizarse para poder verificar si alguna de las personas desaparecidas corresponde con alguno de los cadáveres que hasta hoy siguen sin identificarse.

 

gac