Como nunca, la Cámara de Diputados se convirtió en una romería.

Rectores, gobernadores, alcaldes y ciudadanos venidos de todos lados para plantear sus necesidades personales hicieron largas filas para llegar hasta los legisladores.

Se fueron con la esperanza de ver una obra, un apoyo.

No vieron cómo sus sobres, sus carpetas, sus datos iban al archivo o, peor aun, a la basura.

Los privilegiados tuvieron contacto directo.

Es el caso, por ejemplo, de Javier Castellón Fonseca, presidente municipal de Tepic por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y ex senador de la República.

Ex compañero suyo en Paseo de la Reforma, buscó a su amigo Pablo Gómez para plantearle las ingentes necesidades de la capital de Nayarit.
Su desilusión fue total:
Pablo Gómez, voz cantante en San Lázaro por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), le negó respaldo presupuestario para obras fundamentales de una ciudad con miles de damnificados de Willa.

No es posible, le explicó en lógica de la cuarta transformación, porque hay muchos compromisos de Andrés Manuel López Obrador, y nuestra obligación es atender sus propósitos de campaña y blablablá.

Y NADA DE DISTRAER RECURSOS

Este martes se decidirá el nuevo giro presupuestal del país.

Andrés Manuel López Obrador ha convocado a los legisladores de Morena para instruirlos sobre cómo quiere organizar los ingresos y distribuir el gasto para el año próximo.

Nada nuevo.

Aquí informamos desde agosto pasado, cuando se reunió en la casa de transición con senadores y diputados, sobre cómo definió sus prioridades y les pidió no desilusionar a los votantes.

Las prioridades en todo el sexenio, les refirió, serán los programas sociales: pensiones a ancianos, a madres solteras, a jóvenes sin escuela ni trabajo (los famosos ninis) y los discapacitados.

Ahora agregamos:
Esos recursos no podrán distraerse por ninguna ocasión, y el resto del dinero disponible se redistribuirá en gasto corriente y las obras anunciadas para distinguir su administración.

Están a la vista: priman el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas en Tabasco, la reconfiguración de otras y las ampliaciones de la Base Aérea de Santa Lucía y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Ninguna puede posponerse porque va empeñada su palabra.

UN TRIUNFO SINDICAL DE AMLO

Andrés Manuel López Obrador dice no intervenir en la vida interna de los sindicatos.

A despecho de su dicho, acredítele usted un gran triunfo internacional en su lucha por crear una gran central al estilo de las añosas confederaciones de Trabajadores de México (CTM) y Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).

Aquí van los datos:
Ambas fueron expulsadas la semana pasada de la Confederación Sindical Internacional (CSI) bajo la acusación de realizar “acciones contrarias a los principios y valores de los trabajadores”.

El Congreso Mundial de ese organismo responsabilizó directamente a sus líderes Carlos Aceves del Olmo e Isaías González de emitir contratos de protección patronal.

Una vergüenza ante delegados de 130 países.

Pero hay algo más: en México un operador del tabasqueño es Pedro Haces, senador de la República y muy, pero muy activo en socavar a la CTM y a la CROC con la incorporación de trabajadores y contratos.

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