ATENAS.- Fuertes enfrentamientos se registraron hoy en Atenas, capital de Grecia, entre jóvenes enmascarados y policías antimotines, durante una manifestación realizada para recordar el décimo aniversario del fatal tiroteo policial que arrebató la vida a un adolescente.

 

De acuerdo con el balance provisional ofrecido por la policía griega, al menos 28 personas fueron detenidas la noche de este jueves, después de que oficiales antimotines lanzaron gases lacrimógenos para tratar de dispersar a jóvenes, presuntos anarquistas, que realizaban una violenta protesta.

 

Funcionarios de la policía indicaron que alrededor de mil 700 personas marchaban de manera pacífica esta tarde en Atenas en memoria de Alexis Grigoropoulos, quien fue abatido a tiro por la policía el 6 de diciembre de 2008 en el central distrito de Exarchia, de la capital griega.

 

Sin embargo, jóvenes anarquistas comenzaron a atacar a la policía con bombas incendiarias, piedras y otros objetos, lo que llevó a los agentes a tratar de dispersarlos con cañones de agua y gases lacrimógenos, de acuerdo con reportes del periódico helénico Ekathimerini.

 

En respuesta a la acción policial, los manifestantes comenzaron a provocar incendios en las calles, rompieron ventanas, destrozaron paradas de autobuses y montaron barricadas, suscitando choques entre los oficiales y alrededor de 700 jóvenes.

 

Las escenas ocurridas en Atenas se repitieron en la ciudad norteña de Tesalónica, donde los manifestantes también instalaron barricadas en las calles y lanzaron cócteles molotov a la policía, la cual a su vez respondió con granadas de aturdimiento y gases lacrimógenos.

 

En ambas ciudades los enfrentamientos ocurrieron durante las manifestaciones de la tarde y se prolongaron hasta la noche, y la policía teme que la violencia se extienda ya que siguen en curso las violentas protestas.

 

Grigoropoulos tenía 15 años cuando fue asesinado a tiros durante una noche con amigos en Exarchia, donde se encuentran muchos bares y restaurantes populares, cuando un policía disparó su arma después de un altercado.

 

El policía luego dijo que no había apuntado al adolescente, sino que la bala le dio por un rebote. Sin embargo, la muerte de Grigoropoulos provocó enormes disturbios primero en Atenas y dos semanas después en ciudades a través de toda Grecia.

 

Los jóvenes destrozaron y saquearon tiendas, quemaron edificios y automóviles y establecieron barricadas en las calles, por lo que para frenar la violencia el policía fue declarado culpable de asesinato y condenado a cadena perpetua, aunque presentó una apelación que sigue en curso.

 

Las marchas anuales que conmemoran el aniversario de la muerte de Grigoropoulos a menudo se vuelven violentas.

dpc