Foto: Reuters Todo estaba preparado para el desfile de Dolce & Gabbana del 21 de noviembre, el más grande y caro de su historia, cuando fue cancelado por promocionales y comentarios racistas de uno de los fundadores de la firma  

El Expo Center de Shanghái alojaría 1,500 invitados y 360 modelos internacionales que mostrarían 500 looks. Todo estaba preparado para el desfile de Dolce & Gabbana del 21 de noviembre, el más grande y caro de su historia, cuando fue cancelado por promocionales y comentarios racistas de uno de los fundadores de la firma.

En un vídeo corto publicado en Instagram para anunciar su presencia en China, aparecía una modelo asiática vestida de la marca que seguía unas reglas para comer comida italiana con palillos. Tras las críticas, Stefano Gabbana, uno de los co-creadores, respondía, desde su perfil y con mensajes privados, comentarios ofensivos hacia la cultura china.

Estos mensajes, compartidos por la cuenta Diet Prada, que revela escándalos de la moda, habrían sido el detonante para que la oficina de asuntos culturales del gobierno chino cancelara el evento, contrario a la versión de la compañía, que asegura fue una decisión propia.

Además, la cancelación provocó que algunos de los participantes se pronunciaran, para señalar que ya no querían ser parte del proyecto, entre ellos la actriz China Zhang Ziyi, así como el modelo Lucky Blue Smith.

Como algo “muy desafortunado”, se manifestó la firma italiana a través de un comunicado, donde compartía su ilusión por realizar el evento, al calificarlo no sólo como un desfile de moda, “nuestro sueño era llevar a Shanghái un evento de tributo dedicado a China que cuenta nuestra historia y nuestra visión… Desde el fondo de nuestros corazones, nos gustaría expresar nuestro agradecimiento a nuestros amigos e invitados”, concluía.

leg