A propósito de la consulta sobre el destino del nuevo aeropuerto de la CDMX, hace unas semanas circuló un meme en redes sociales que decía “el último político en consultar al pueblo bueno liberó a un delincuente y crucificó a un inocente’’.

El meme se refería a Pilatos.

Pues bien, no habían pasado ni 24 horas de que Andrés Manuel López Obrador había reafirmado que la Guardia Nacional “iba, pese las protestas de organizaciones’’, que no perseguiría actos de corrupción de Gobiernos anteriores para “no empantanar la marcha del país’’ y ayer reculó, otra vez.

En entrevista radiofónica, el Presidente del “amor y paz’’ y “borrón y cuenta nueva’’ decidió que siempre sí habría que someter a consulta la creación de una Guardia Nacional –pese a que el martes se presentó en la Cámara de Diputados la iniciativa para constituirla- e, igualmente, preguntarle al pueblo si debía perseguir los actos de corrupción de Gobiernos anteriores.

La noche previa, con Ciro Gómez Leyva, había dicho que “sólo si había presión interna’’, es decir, si el pueblo lo demandaba, entonces investigaría los actos de corrupción.

Pues seguramente la presión que sintió de las 11 de la noche a las ocho de la mañana fue tal, que decidió anunciar que habrá una tercera consulta que el pueblo se manifieste a favor o en contra de la justicia.

No se trata de defender a ningún político que haya cometido actos fuera de la ley; por el contrario, lo que la población en general –votantes o no de AMLO- exigen es precisamente que se investiguen y castiguen esos actos ilegales.

Lo que se cuestiona es el cambio repentino de opinión del futuro Presidente, que no ofrece ningún tipo de certeza política o jurídica.
Si ya eran decisiones tomadas por él, en su carácter de Jefe del Ejecutivo, lo mejor habría sido mantenerse.

Ciro Gómez le preguntó que si estaba dispuesto a sostener esa decisión de no investigar actos de corrupción, a pesar de que sus electores se decepcionaran y López Obrador respondió que sí, “a pesar de todo’’.
No fue cierto.

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En el paquete de la tercera consulta, que no tiene fecha de realización, también se incluirá la pregunta si el pueblo considera que el Jefe del Ejecutivo debe tener un consejo asesor presidencial.

Este consejo, integrado por magnates de los medios de comunicación y otros empresarios de renombre, fue anunciado por el propio López Obrador hace una semana.

Dijo que los empresarios se le acercaron y él estuvo de acuerdo.

Parece ser que ya no tanto.
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En los cálculos del presupuesto para el próximo año, los diputados de Morena se dieron cuenta que aplicar la promesa de reducir el IVA de 16 a 8% en la frontera norte no será posible, al menos en el primer semestre del año.

De acuerdo con Patricia Terrazas Baca, presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, la propuesta –de reducir el IVA- se encuentra en estudio debido al impacto tecnológico que implica la emisión de facturas electrónicas y del impacto recaudatorio que tendría la aplicación de la reducción de dicho impuesto.

Y aunque no mencionó cifras, el senador panista Gustavo Madero consideró que reducir el IVA provocaría una caída en la recaudación de entre 51 mil 277 a 55 mil 163 millones de pesos que se agregarían a los 22 mil 765 millones de pesos que dejarían de recaudarse si se reduce el ISR para personas morales de 30 a 20%.

O sea, como que no se va a poder.