El Congreso de la Ciudad de México aprobó en el pleno el dictamen que adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley de Auditoría y Control Interno de la Administración Pública, esto a pesar de la negativa por parte del Partido Acción Nacional, Partido de la Revolución Democrática y del Revolucionario Institucional.

 

La ley señala que el Contralor General, que durará en el cargo siete años, será elegido a través de una terna que enviará la jefatura de Gobierno. Y será el mismo contralor quien nombre a los 190 titulares de los órganos internos de control.

 

En el pleno, los partidos opositores de Morena acusaron que con la ley aprobada, la Contraloría pierde los contrapesos, al dejar, indirectamente, en el Gobierno central la designación de los contralores internos.

 

Al hablar en contra del dictamen, Jorge Gaviño, del PRD, reprobó que se le quite al Congreso la facultad de al contralor. Centralizar estas decisiones atenta contra la democracia, dijo.

 

En respuesta, el legislador de Morena, Eduardo Santillán, declaró que el dictamen lo que pretende es ser respetuoso de los poderes Ejecutivo y del Legislativo. “El Poder Legislativo no tiene por qué incidir de manera equivocada”, dijo.

 

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