El fenómeno migratorio y el libre comercio, bajo el paraguas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, obligan a México a cambiar su narrativa con el país vecino, coincidieron hoy varios especialistas.

México se debe preparar por todas estas eventualidades, con un proyecto serio y un programa económico sólido”, dijo el economista Luis de la Calle, quien fue ex ministro de Asuntos Comerciales de la embajada de México en Washington y participó en el diseño e implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994.

En la conferencia “Migración y Economía. Retos y oportunidades en la relación bilateral México-Estados Unidos”, organizado por el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), De la Calle consideró que sobrevivirá este acuerdo trilateral tras meses de negociaciones, rebautizado ahora como T-Mec, en español.

Pero no será del todo fácil tras la victoria de los demócratas en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, lo que generará incertidumbre para México junto a otros factores como una posible ralentización de la economía en el vecino del norte, su principal socio comercial.

Por todo ello, animó al mandatario electo de México, Andrés Manuel López Obrador, a que cuando asuma la Presidencia el 1 de diciembre sepa posicionar al país en el plano internacional, más allá incluso de Estados Unidos.

“La voz de México (en el mundo) va más allá de la proporción a nuestro tamaño”, agregó.

Este cambio de visión no debe recaer solo en el Ejecutivo, sino también entre intelectuales y la sociedad civil mexicana.

México debe tratar de cambiar su imagen de manera permanente en Estados Unidos” y no solo en las elites, apuntó en referencia a este cambio de discurso.

En su turno de palabra, la presidenta del Colegio de México (Colmex), Silvia Giorguli, remarcó que el fenómeno migratorio es hoy más “complejo” porque las poblaciones se mueven hacia distintos países y en distintas condiciones.


Al hablar del fenómeno migratorio, recordó que es clave dar empleo en países de origen y atender factores de relevancia como la seguridad.

En un momento marcado por las distintas caravanas de centroamericanos que cruzan México, apuntó que la migración no es todavía un problema para el país, pues representa menos del 1% de la población.

De estos centroamericanos, “la mayoría no va a decidir quedarse en México“, agregó la experta en migración, que resaltó la “complejidad” del fenómeno, que ya no es unidireccional.

Así, México se ha de mover de lo “reactivo a lo asertivo” en políticas migratorias y pensar la migración en este “nuevo contexto”.

Para el presidente del Instituto de Políticas Migratorias de Estados Unidos, Andrew Selee, es necesario generar relaciones entre México con la “diáspora” mexicana y latinoamericana residente en el vecino del norte.

Positivamente, consideró que la relación entre los dos países sigue mejorando “más allá de las noticias”.

Acerca del acuerdo comercial entre las tres naciones de Norteamérica, consideró que el TLCAN permitió crear una “plataforma de producción compartida”, uniendo las naciones.

Finalmente, habló de que México, para Trump, se ha convertido en un “símbolo” de la globalización.

Sobre la caravana migrante, opinó que es un tema “preocupante” que usa Trump políticamente.

Y pese a no ser una forma “útil” para los migrantes para entrar a Estados Unidos, sí les da seguridad en el peligroso periplo.

 

“Los van a dejar varados en Tijuana; es una posibilidad”, agregó, y pronosticó que habrá más caravanas, cuyo “gran promotor” es el propio Trump.

“Es un problema que hay que manejar en esta relación y no será un problema fácil” de solucionar, apuntó.

Por ello, instó a México a dar claridad al control fronterizo y actuar más allá de “su relación con Estados Unidos”.

“La migración es una parte fundamental en la relación bilateral, en el futuro. Y tiene resonancias en lo económico y lo comercial”, concluyó.

 

dpc