La sensatez hasta ahora está imperando en la cuarta transformación. Recordará usted que recientemente la genialidad nuevamente iluminó al diputado Benjamín Robles Montoya, y una voz perversa en su interior le dijo que alzara la voz para proponer algo insensato. Usar las reservas internacionales del país para para financiar la inversión productiva y el combate contra la pobreza. Y evocó sus años felices siendo senador donde solicitó por medio de una iniciativa ampliar los alcances del artículo segundo de la Ley del Banco de México. Que establece que la finalidad del instituto que gobierna Alejandro Díaz de León es “proveer a la economía del país de moneda nacional”, y que su objetivo prioritario es procurar la estabilidad del peso. “Serán también finalidades del Banco promover el sano desarrollo del sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pagos”. Detalles que hoy puntualmente se llevan a cabo.

Si bien hay instrumentos que deben ser utilizados para fortalecer su mandato, hay quienes reclaman que el instituto central no haya intervenido para evitar el alza reciente del dólar, que se originó con el deseo de la próxima gestión presidencial de cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México. Si bien hay factores externos, hay calificadoras que han confirmado el movimiento del billete verde por esa decisión. La política cambiaria no la decide el Banco de México, sino el Gobierno en turno, y sí, aun así no les queda claro que ahí está el artículo 28 constitucional.

Pero mientras más miembros exquisitos de las Cámaras de Diputados y Senadores muestran sus pasiones de la era victorina. La voz de la sensatez, le decía, ha imperado en el equipo del Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y el manotazo lo ha puesto el próximo secretario de Hacienda de México, Carlos Urzúa, descartando que el Gobierno entrante dispondrá de las reservas internacionales para financiar gasto público e inversiones, luego de escuchar la voz de la ocurrencia, Robles Montoya, al cual de por sí se le ha invitado a un debate público para que muestre sus conocimientos de economía, al cual ha rehuido una y otra vez. La voz de Urzúa se tiene que dejar sentir en los mercados financieros, nacionales y extranjeros, porque se tiene que confiar en un personaje quien conducirá correctamente las finanzas públicas sin caer en las tentaciones que vayan en contra de los fundamentales económicos del país.

Es cierto que no se tiene un escenario económico prometedor. Las expectativas de inflación general para el cierre de 2018 han aumentado, y las de crecimiento del Producto Interno Bruto real para 2018 y 2019 se han mantenido, por lo que la sombra de la guerra comercial internacional acecha las economías emergentes. Así, más que escuchar a legisladores ocurrentes y torpes, vamos pensando cómo se va a recaudar más y gastar lo que se va a obtener, y por qué no pensar de una vez por todas en una nueva reforma fiscal.

Baja expectativa

Le platicábamos la semana pasada que el magistrado Manuel Díaz Infante circula una invitación entre sus compañeros del Tribunal Superior de Justicia de la CDMX para una comida mañana, con la que busca apuntalar sus aspiraciones para convertirse en el próximo presidente de ese organismo. Recordará que en el presupuesto de la reunión se había planeado ésta para 40 magistrados; pero, según nos cuentan fuentes del Tribunal, parece que la respuesta no ha sido la esperada, pues la expectativa máxima que se tiene de asistentes es apenas de alrededor de 25 personas. Nos detallan finalmente que la comida tendrá como sede la casa de la magistrada Sara Patricia Orea Ochoa, la misma que en 2015 olvidó frente al Senado los artículos de la Constitución; esto cuando el presidente Enrique Peña Nieto la propuso como candidata para convertirse en ministra de la Suprema Corte de Justicia. ¿Tendrá algo que ver esta anécdota con la baja afluencia de invitados?

Voz en Off

Grupo Televisa de Emilio Azcárraga Jean ha obtenido la renovación de la concesión para sus señales de televisión radiodifundida por parte del Instituto Federal de Telecomunicaciones; el permiso es por 20 años, vigencia que dará inicio una vez que se venza la actual, el próximo 31 de diciembre de 2021. Con la renovación, las señales de Las Estrellas, Canal 5, Canal 9 y Foro TV se podrán seguir sintonizando por poco más de dos décadas…