Foto: Reuters Afirmó ayer que pretende gobernar para todos los brasileños y no solo para sus electores e hizo un llamado a la unidad  

RÍO DE JANEIRO.- El Presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó ayer que pretende gobernar para todos los brasileños y no solo para sus electores e hizo un llamado a la unidad, pero en medio de críticas a la prensa, mientras el PT, se prepara para encabezar a la Oposición.

“Ahora estamos en otro momento. Quiero gobernar para todos y no solo para los que votaron en mí”, afirmó el diputado ultraderechista en una entrevista en la televisión Globo, la primera que concedió a una red de TV desde su victoria electoral el domingo.

Bolsonaro, que fue elegido presidente con 55% de los votos válidos el domingo, frente al 45% de su adversario, el socialista Fernando Haddad, convocó a los brasileños a unirse tras las elecciones más polarizadas y radicalizadas en las últimas tres décadas en Brasil.

Al ser interrogado sobre un discurso en el que afirmó que los “marginales rojos serían expulsados” de Brasil en referencia a la oposición, admitió que se excedió pero que fue “un momento de desahogo”.

Sobre los supuestos crímenes que atribuye a miembros de la oposición, aseguró que “en el Brasil de Bolsonaro quien viole la ley sentirá el peso de la misma”.

En ese sentido dijo que el juez federal Sergio Moro, responsable por el proceso que destapó el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil y condenó a varios políticos como el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, es un “símbolo” del combate a la corrupción que merece ser recompensado.

“Pretendo invitarlo a que asuma el Ministerio de Justicia o a que, en un futuro, cuando surja un cupo, asuma como magistrado de la Corte Suprema.

Él puede escoger el cargo en que considere que puede hacer lo mejor por Brasil. Es un hombre ejemplar y en cualquiera de los dos lugares tendría un buen desempeño”, aseveró.

Bolsonaro destacó que está comprometido con la libertad de expresión, pero dijo que eliminará la publicidad gubernamental al diario Folha de Sao Paulo, que hizo denuncias sobre su campaña.

En tanto, el Partido de los Trabajadores (PT) prepara el terreno para liderar la oposición.

La formación que gobernó Brasil por 13 años con Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff tiene prevista una reunión de su ejecutiva este martes en Sao Paulo para hacer un balance de su desempeño en las elecciones.

El PT perdió la víspera sus primeras elecciones desde que Lula fuera elegido en 2002 y a pesar del revés sufrido y el avance de la derecha en Brasil, el partido se ha mantenido como la primera minoría en la Cámara de los Diputados, con 56 asientos, aunque perdió 12 escaños con respecto a las elecciones de 2014.

“Es nuestra obligación constituir una oposición rigurosa capaz de hacer frente de esta tarea que es la oposición”, dijo el diputado del PT Paulo Pimenta.

El objetivo del partido, aclaró el legislador, será “dialogar” con diversos sectores para “luchar en defensa de la democracia” y “organizar un frente contra el fascismo”.

“Debemos de tener tranquilidad y construir un movimiento amplio, de los cuales el PT será uno de los protagonistas, pero no el único”, precisó Pimenta.

El PT y su principal líder, Lula, se han convertido en el centro de las críticas del presidente electo de Brasil, quien ya ha empezado a preparar su próximo Gobierno y planea su agenda internacional.

Mientras el PT busca un forma para enderezar el rumbo, el laborista Ciro Gomes, que aspiró también a la Presidencia y quedó tercero en la primera vuelta de las elecciones del pasado día 7, ha intentado a posicionarse como un líder preponderante de la oposición.

Xavier Rodríguez

LEG